V. LA FILOSOFÍA TAOÍSTA Y SU PRESENCIA EN LA CULTURA CHINA DE AYER Y DE HOY

Durante mis años de estudiante en China, a principios de este siglo, frecuenté templos taoístas en Beijing y en Guangzhou, pero también en Hong Kong; leí y releí algunos textos fundamentales del taoísmo, sobre todo el Dao De Ying (道德经) y el libro de Zhuang Zi (庄子). Y hasta tuve el privilegio de cultivar la amistad del abad de un templo taoísta en Hong Kong dedicado a Mazu (妈祖), la diosa del Mar. Al pie de ese templo pueden verse el incesante rompimiento de las olas veinte o treinta metros abajo.

En el taoísmo la idea de una destrucción creativa se encuentra tan enraizada en la psique china que la vigencia del universo se entiende como la dinámica eterna de esa colisión, e incluso se advierte en los pedestres comentarios de Mao Zedong (1893-1976) que consideraban la destrucción física como fuente de una nueva creación. Por desgracia lo que se aniquiló durante la Revolución Cultural (1966-1976) nunca podrá renacer: la vida de las personas -entre ellas las del gran escritor Lao She (1899-1966)-, el patrimonio cultural chino -en particular la arquitectura-, etc. Algunas obras maestras de pintura, caligrafía, mobiliario en maderas preciosas, porcelanas, tallas de jadeíta, lacas y otras artes decorativas de la cultura china tradicional sobreviven en buena medida en Taiwán y en Hong Kong, en museos occidentales y a veces aparecen en subastas de Christie’s o de Sotheby’s cuando coleccionistas privados deciden vender sus acervos. A menudo los compradores son representantes del gobierno chino.

En la filosofía taoísta la contradicción no coincide del todo con la idea de contradicción en la cultura occidental. El símbolo del taoísmo, el Yin Yang (阴阳), es un círculo dividido simétricamente en forma de dos gotas de agua entrelazadas, una ascendente y otra descendente; una gota es blanca y la otra negra, pero dentro de la parte más redonda del cuerpo de cada gota aparece una marca redonda con el color opuesto. Ahora hay versiones del Yin Yang con una paleta muy variada de colores y diseños.

Se trata de un símbolo perfecto, ayuntamiento de lo vacío y lo lleno, resumen y promesa en la medicina china tradicional, el Qigong o manejo de la energía interna, la geomancia china o Feng-shui (风水) y el zodiaco chino con sus doce símbolos de animales reales o imaginarios como el dragón. Y si bien el taoísmo puede entenderse como una religión –con textos clásicos, templos, sacerdotes y sacerdotisas, rituales y música apropiada para cada ceremonia, etc.—también puede entenderse como una filosofía.

Una vez fallecido Mao y, tras hábiles maniobras políticas de Deng Xiaoping, la República Popular China avanzó a través de grandes trancos hacia un febril proceso de reconstrucción económica conocido como la política de Reforma y Apertura. Esta transformación se dio en todos los ámbitos incluida la cultura. Se eliminaron de manera sucesiva las restricciones y los actos persecutorios de la etapa maoísta como la campaña Anti-derechista (1957-1959) y la Revolución Cultural (1968-1976).

Al entrar en un nuevo periodo político en China, como lo indica Ian Johnson en su libro The Souls of China: The Return of Religion After Mao, Pantheon Books, 2017, merecedor del Premio Pulitzer de ese año, el Partido mostró un grado de mayor tolerancia respecto de las cuatro principales religiones de China: budismo, taoísmo, confucianismo e Islam. A continuación, se ofrecen tres ejemplos ilustrativos del resurgimiento del taoísmo: la producción y el uso de los almanaques tradicionales como guía de la práctica taoísta cotidiana, la producción de música ritual y la influencia taoísta en un género reciente: las instalaciones artísticas.

Los almanaques chinos tradicionales se basan en el calendario lunar. Uno de los más antiguos se encuentra en la Biblioteca Británica de Londres y data de la Dinastía Tang (618-907). Su sorprendente composición tipográfica es una prueba del prodigioso avance de las imprentas chinas de la época, aunque en esencia su contenido tiene un patrón aún vigente.

En 1912, un año después de la caída de la Dinastía Qing (1636-1911), se imprimieron en China dos tipos de almanaques: uno estrictamente basado en el manual de adivinación del taoísmo -el Libro de los Cambios o I Ching (易经)- y otro dictado por la República China aún en cierne, ansiosa de abolir las supersticiones populares vigentes durante más de dos milenios. Pese a este intento de modernización, los almanaques indican día por día qué actividades son auspiciosas y cuáles no-. Estos almanaques continuaron publicándose en gran escala y sin problema hasta 1949 cuando Mao proclamó la República Popular China.

Los almanaques modernos, impresos durante el periodo dominante del Partido Nacionalista (1912-1949), mantuvieron algunos rasgos tradicionales, pero introdujeron información sobre Sun Yat-sen (1866-1925) y otros líderes nacionalistas e insistieron en la necesidad de combatir las supersticiones. Después de 1949 imprentas privadas en China continuaron produciendo almanaques tradicionales o tongshu (通书); pero perspicaces secretarios del PCC en las provincias introdujeron almanaques específicos para cada región, con información útil para la producción agropecuaria y una insistente propaganda a favor del Partido y un llamado a erradicar las supersticiones de los almanaques tradicionales. Las supersticiones de las religiones populares tradicionales colisionan desde entonces con las supersticiones ideológicas del PCC: creencias mágicas contra fanatismo desmedido en el Partido.

Los almanaques tradicionales basados en el Libro de los Cambios no han interrumpido su producción en Hong Kong, mientras que en Taiwán se producen tanto los almanaques tradicionales, como los modernos, iniciados por el Partido Nacionalista. En la República Popular China los almanaques tradicionales se producen y distribuyen al margen. Desde el punto de vista de las artes gráficas, ambos tipos de almanaques son ejemplos de un oficio sorprendente, pero su contenido difiere por completo: los tradicionales se insertan en las creencias populares ancestrales. Esas tradiciones llegan a su clímax en el Año Nuevo Chino como medios propiciatorios: están presentes en las comidas, en los colores, en los números, en los petardos que estallan para ahuyentar a los demonios, siempre con el propósito de crear un ambiente lleno de buenos auspicios. El carácter de felicidad o fu (福) se coloca de cabeza en las puertas de las viviendas, en un juego de caracteres homófonos (dao), pero de significado distinto: llegar/arribar到y倒de cabeza. Así se proclama el arribo de la felicidad. En ocasiones menos festivas, cuando se honra a las personas fallecidas en la celebración de Qing Ming (清明), por lo regular a principios de abril, los deudos limpian las tumbas, queman varitas de incienso y también minúsculas ofrendas de papel en forma de casas, coches y hasta personal de servicio para la persona fallecida. También se ofrecen al espíritu de quien se ha ido, pequeños platos de alimentos varios. Estas prácticas ahora se hacen en secreto pues el Partido las detesta.

Con el proceso de Reforma y Apertura y luego de una larga hibernación el taoísmo, depositario de las prácticas religiosas ancestrales, su práctica en los templos y en el hogar probaron su vigencia en la cultura popular tradicional. Comenzaron a resurgir en la RPC los sacerdotes taoístas, una combinación de adivino, psicólogo, practicante del Feng-shui y director de rituales funerarios. La música de los rituales taoístas se ha mantenido hasta ahora intacta en la diáspora china de Taiwán y Hong Kong, pero también en Singapur. En un giro creativo sorprendente el compositor chino Wu Man ha llevado esta música a su revitalización: la fusión de la música ritual taoísta con algunos elementos de la música atonal occidental. Uno de los mejores ejemplos de esta fusión es Ghost Opera de Wu Man interpretada junto con el Cuarteto Kronos. Esta obra se encuentra disponible en diversas aplicaciones.

En el género de las instalaciones artísticas, destaca una obra del multifacético Ai Weiwei -acaso el más prominente de los artistas chinos contemporáneos, ahora en el exilio- con su creación Fragmentos, que puede verse en https://www.artsy.net/artwork/ai-weiwei-fragments. La obra está hecha con segmentos de columnas y trabes de las demolidas estructuras de palacetes de la Dinastía Qing en la capital china, si bien incluye algunos desechos de madera de otras obras de Ai Weiwei. En esta obra el artista y su equipo dotaron de una nueva vida a un conjunto de desperdicios de madera, pero de lo destruido no renace el original.

Cuando Fragmentos se observa de frente se tiene a la vista una estructura con un orden heterodoxo, apenas un conjunto precario de y griegas interconectadas que se elevan varios metros por encima del suelo, sin más color que el de la madera antigua y maltratada. Sin embargo, vista a vuelo de pájaro la instalación Fragmentos traza con bastante precisión el contorno del mapa de China, pero sólo el contorno, pues la República Popular China, entendida a partir de Fragmentos, se encuentra irónicamente vacía. El tema reivindica el principio taoísta de lo lleno y lo vacío, como bien lo entendió François Cheng en su libro clásico Vide et plein, 1979, sobre el arte chino tradicional; pero en el caso de Ai Weiwei esta China vacía adquiere una elocuencia política contestataria: desde hace varios años el PCC ha vuelto a introducir, cada vez con mayor celeridad, políticas restrictivas y censura en toda actividad cultural.

Las supersticiones de las religiones populares ancestrales agrupadas en el taoísmo forman parte de la identidad nacional de China y de su diáspora. La sociedad china en su gran mayoría celebra con gozo esas supersticiones inocuas. Las supersticiones del Partido exigen, en un giro confuciano, absoluta obediencia al líder “benevolente”. Al final de las supersticiones populares puede haber un divertido adivino que conoce al dedillo los 64 hexagramas del Libro de los cambios. Al final de las supersticiones del PCC hay un agente de la seguridad del Estado.□

 

Compártelo

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.