Como se puede leer en el primer artículo publicado a principios del presente mes, la situación política en el Lejano Oriente, concretamente las relaciones entre la República Democrática de Corea o Corea del Norte, con los países vecinos y con los Estados Unidos como potencia interesada, no ha mejorado; más bien presenta un panorama de inestabilidad y de confrontación, mostrado en simulacros de guerra, declaraciones amenazantes de algunas de las partes y la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que ha abordado el asunto tanto en el ámbito del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas –donde se han emitido varias resoluciones condenando los ensayos nucleares y lanzamientos amenazantes de cohetes-; así como durante la Asamblea General que recientemente inició su LXXII periodo de sesiones.
Retomando el hilo del excelente trabajo del Embajador Antonio Dueñas Pulido, a continuación se analiza la importancia de otras potencias asiáticas, aparte de China y Rusia, con intereses y presencia en esa parte del mundo.
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