Avizorando el siglo XXI los medios electrónicos como internet, fueron facilitando la creación y difusión de páginas web y blogs; tanto individuales, como de empresas, instituciones y “redes sociales”. Dicho fenómeno con el paso de los años ha proliferado y se ha vuelto un “medio de comunicación” fácil, rápido y relativamente al alcance de todos los presupuestos. Por esa razón, comerciantes, políticos, gobernantes y público en general, se han sumado a ese sector, aprovechando la aparición de redes públicas como Twitter, Facebook, Linkedin y Google, entre otros, los que suman varios millones de usuarios.
Asimismo, como ha estado ocurriendo últimamente entre los Jefes de Estado de los Estados Unidos y de México, uno anuncia determinada acción política, económica, o administrativa y el otro le contesta.
Con dichas actitudes y prácticas de “comunicación”, los gobiernos le restan seriedad a las relaciones bilaterales, o multilaterales, según sea el caso. En primer lugar, habría que verificar la autenticidad de lo escrito, si fue personalmente el titular de la cuenta, o alguien más en su nombre; inclusive, existe la posibilidad de que alguien con altos conocimientos en la materia (los llamados hackers) pudieran ingresar al sitio de uno de ellos y escribir textos perjudiciales para las relaciones personales de los gobernantes y para las relaciones internacionales en general. La credibilidad no es la máxima garantía sobre lo que se escribe en las redes sociales.
** El presente artículo fue publicado el martes 14 de febrero de 2017 en la revista digital «EnlaceMéxico»
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