
Desde la Asociación de Diplomáticos Escritores nos unimos al júbilo por las celebraciones en honor de las mujeres de todo el mundo.
Como la mayor parte de la sociedad, se reconoce el valor de la mujer como centro del núcleo familiar: como madre, esposa, hija, hermana, trabajadora, emprendedora, intelectual y formadora de conciencias, empezando con las de sus propios hijos.
Nos unimos a los pedidos reiterados de varios organismos de las Naciones Unidas, para que las desigualdades existentes entre hombres y mujeres dejen de existir; para que se concrete la paridad de género y que las remuneraciones por servicios laborales también sean homologadas.
En materia de justicia social, laboral y penal merecen los mejores tratos y consideraciones de parte de la sociedad y de las autoridades gubernamentales.
EL EDITOR*
APM/8 DE MARZO DE 2025
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