X. HONOR A QUIEN HONOR MERECE

COFAEM  – Sandra Michele
Johnston de Pérez-Manzano

Al pensar en el XIX aniversario de ADE; me ha venido a la mente el enorme esfuerzo y la dedicación que un grupo de esposas de funcionarios del Servicio Exterior Mexicano, hemos invertido durante nuestros años activos en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y en el Servicio Exterior Mexicano.

La función de un diplomático en el extranjero es diferente a la de un funcionario comisionado en la propia Secretaría de Relaciones Exteriores.

El diplomático comisionado en el extranjero sale del país con su familia, con sus problemas personales; con la incertidumbre que le genera el cambio de idioma y el impacto de la lejanía geográfica y la idiosincrasia de la población con la que tendrá que lidiar en el nuevo destino.

Establecer casa durante toda tu vida laboral hasta 10 ó 15 veces no es nada fácil, ni en lo material, ni mucho menos en lo psicológico. Y si para el funcionario es difícil, para la familia es, de momento, un padecimiento serio -y digo de momento- porque al llegar a la jubilación, la evaluación casi siempre se muestra positiva por las experiencias enriquecedoras que se adquieren al contacto con otras culturas.

Respecto a nosotras, somos una generación de esposas de funcionarios que estuvieron activos en la SRE entre los 70s, 80s, 90s y hasta la actualidad. Edgardo Flores Rivas, mi esposo se jubiló en el 2011, después de 43 años ininterrumpidos de trabajo como cónsul, como embajador, y como funcionario en la propia Secretaría. En ese largo periodo recordamos a grandes personajes de la Diplomacia Mexicana como don Alfonso García Robles, don Jorge Castañeda, y don Alfonso de Rosenzweig.

Cónyuges de Funcionarios de Asuntos Exteriores de México (COFAEM) es un grupo de amigas que siempre compartimos ideas afines, así como los mismos deseos de superación para nuestras familias. Nos conocimos siendo muy jóvenes, coincidimos en la idea de imprimir a nuestra presencia en el extranjero, un gran amor y lealtad a México, nuestro país.

A estas alturas, algunas amigas y compañeras se nos han adelantado en el camino. En el 2005 cuando nuestros maridos ya ostentaban el rango de embajadores de carrera del Servicio Exterior Mexicano; y empezaban algunos a jubilarse, decidimos, las esposas, formar un grupo con la idea de transmitir nuestras experiencias y nuestros conocimientos a las cónyuges de los miembros de las siguientes generaciones.

En aquellos años formábamos el grupo, unas pocas: Lupita Hermosillo de Moreno Pino, Carmen de Dueñas, Graciela Galindo de Urruchúa, Yris Domínguez de Maza, Angélica Opazo de Fernández Zapata, Marcela Hanusova de Aguirre, Muriel del Olmo de Cabrera Muñoz Ledo, Erika de Ibarra, Lily Vázquez de Vallarta, Susy Peón de Iruegas, Monserrat Soberón de Xílotl, Amaya de Michel, Gino de Gutiérrez Tinoco y yo (Lilí Bolívar de Flores Rivas).

Un día nos reunimos en el Restaurante de El Lago a desayunar y a planear nuestro grupo. Decidimos tener una conversación con el entonces presidente de la ASEM, el ministro Sergio Sierra-Bernal, quien nos brindó su apoyo incondicional e impulsó al grupo a que fuera tomado en cuenta al interior de la propia SRE.

En un principio, nos reuníamos una vez en el sur de la ciudad y otra en el norte para que nuestras participantes se evitaran las grandes travesías. No recuerdo bien cuando, de común acuerdo, decidimos que el mejor lugar de reunión era la sede de la Asociación del Servicio Exterior (ASEM); la cual afortunadamente nos concedió que usáramos gratuitamente ese espacio.

Nuestro grupo tuvo una líder inolvidable, doña Feodora Stancioff de Rosenzweig-Díaz. Una mujer motivadora, carismática, visionaria y excelente amiga. Cuando ella fue esposa del subsecretario nos reunía en su casa, nos explicaba lo que era el Cuerpo Diplomático, nos insistía en la necesidad de ser compañeras fieles y nunca dejar de trabajar por la imagen de nuestros maridos y también de nuestro país. Nos impulsaba a exigir algunos derechos.

Muchas de nosotros no solo la conocimos, sino que estuvo siempre muy cerca de nuestros afectos. Su ejemplo de entereza, conocimiento y amor por México nos inspiró a todas ¡Que en paz descanse!

Ese grupo es el primer antecedente de COFAEM. Años después llegó Sandra Michele Johnston de Pérez-Manzano y retomó al grupo. Michele ha sido fundamental en el crecimiento de COFAEM, y en la comunicación ininterrumpida. Ella le dio el nombre actual. Ha mostrado ser una líder constante y perseverante. Todas, estoy segura, le debemos que el Grupo siga vigente, y nosotras disfrutando -estemos donde estemos- de la información que nos hace llegar respecto del acontecer del SEM desde la perspectiva de las cónyuges.

Ella se ha propuesto hacer visible a nuestro Grupo para que la Administración de la propia Secretaría, aunque a veces nos ignore olímpicamente, sepa de nuestra existencia. Agradecemos enormemente que la disciplina de Michele haya logrado mantenernos unidas y, sobretodo, alentándonos a que no permitamos que nuestro grupo decaiga.

El Grupo de Mujeres cónyuges de miembros de carrera, es ahora muy diferente del que iniciamos en el 2005. Hoy en día somos una asociación civil con personalidad jurídica. Con una membrecía mucho mayor; y con una voz que ha replicado en los pisos superiores de nuestra Secretaría. Ya ni siquiera me atrevo a mencionarlas por nombre.

El año pasado sucedió lo increíble: La mesa directiva de COFAEM cursó una invitación a la licenciada Rosalinda Bueso, esposa del Secretario Marcelo Ebrard, para que las acompañara a un desayuno en la casa de la ASEM; a la cual acudió y se tuvo un agradable intercambio de ideas y proyectos.

Dicha semilla dio como resultado que el grupo fuera invitado a un desayuno en el piso 22 de la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde fuimos recibidas por la licenciada Rosalinda Bueso y la convivencia dio como resultado que se nos tomara en cuenta para que a algunas de nuestras viudas prematuras se les haya invitado a la Reunión Anual de Embajadores.

Otro hito importante, ha sido también, que el año anterior nos haya convocado a algunas de nosotras, la Lic. Leticia Bonifaz para adentrarse en nuestras experiencias, y conocer nuestros objetivos como grupo para plasmarlos en un libro en proceso de edición sobre las mujeres anónimas de la SRE.

Hoy día COFAEM da apoyo a hospitales e institutos médicos de la CDMX. Se han hecho exposiciones de pintura de las integrantes de COFAEM y, sobre todo, se ha fomentado y logrado con mucho éxito la relación con la Mesa Directiva de las esposas del Cuerpo Diplomático acreditado en México.

Creo que en este XIX aniversario de ADE, se hace un imperativo moral reconocer a nuestra líder actual y presidenta: SANDRA MICHELE JOHNSTON DE PÉREZ-MANZANO. Gracias amiga por tu entrega y por todo el esfuerzo que has dado a COFAEM.

He querido resaltar tu esfuerzo y creatividad con algunos de los antecedentes del Grupo, por la constancia que tú has generado en nosotras. Yo te agradezco que aunque no vivo en la cdmx gran parte del año siempre me tengas presente y Edgardo y yo no perdamos el contacto con nuestra Alma Mater profesional.

Michele esperamos estar juntas muchos años más y que siempre seas la cara de esta Asociación que ha crecido y ha sido tomada en cuenta. Nos emociona tu trabajo y que nos representes tan efectivamente ¡Un gran abrazo y mucha salud!

Lilí Bolívar de Flores Rivas.
Agua Prieta, Sonora.

 

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