2ª PARTE
Como antecedente inmediato del presente tema, viene al caso traer a colación los contenidos de la correspondencia cruzada entre el Presidente de México Lázaro Cárdenas y el Delegado de este país, ante la Sociedad de Naciones, Isidro Fabela, durante el periodo 1937-1939, reproducido en ADE No. 84, correspondiente al XXI Aniversario de nuestra publicación.
En esta oportunidad se reseñan, algunos informes políticos y otras comunicaciones oficiales, remitidos durante el lapso comprendido entre 1938 y 1941, por el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de México ante el gobierno de Alemania, el General Francisco F. Azcárate y durante sus ausencias, por el Encargado de Negocios ad interim; así como los elaborados por el Agregado Militar y Aéreo, adscrito a la Legación Mexicana.
Como arriba se menciona, la presente investigación -basada en fuentes documentales reservadas, provenientes de los archivos del Acervo Histórico Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de México-, se centra en los meses previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial y acontecimientos ocurridos durante la misma, hasta la fecha en que se cierra la representación mexicana, por rompimiento de relaciones diplomáticas con el gobierno hitleriano.
No obstante, algunos apuntes sobre sucesos previos, nos permiten comentar que, para el mes de febrero de 1938, la representación a que antes se alude informó sobre un posible distanciamiento entre el ejército alemán y la dirigencia del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores (NSDAP), sobre todo en dos aspectos: política exterior y medidas económicas ante una eventual guerra. Sobre el primer aspecto, en el seno de dicho partido surgieron diferencias por la participación alemana en la Guerra Civil Española y por la formación del Eje Berlín-Roma.
Con relación a las medidas económicas, la creación de los llamados Consejos Económicos de Defensa dentro del NSDAP, significó a la postre, un control sobre el ejército en cuestiones presupuestarias. Lo anterior se sumó al disgusto expresado por algunos sectores del ejército que no estaban de acuerdo con la permanencia del Mariscal Von Blomberg, como Ministro de la Defensa; inclusive, se llegó a hablar de la intención de organizar un golpe de estado, para restaurar la monarquía. Como consecuencia de lo anterior, Adolfo Hítler celebró una reunión con los cabecillas del movimiento y les prometió autonomía económica y una mayor ingerencia en asuntos de política exterior. Por lo que se refiere al Ministro de la Defensa, el Führer lo destituyó y personalmente asumió el “mando supremo de las fuerzas alemanas”.[1]
Por otra parte, el General Azcárate informó a la Secretaría de Relaciones Exteriores de su país, que en el mes de febrero del año que se cita, Hítler llevó a cabo algunos reajustes en su Gabinete de Gobierno:
En primer lugar, hace notar que se formó el “Consejo Privado”, el cual tenía como misión llevar a cabo consultas en materia de política exterior, que fue presidido por Von Neurath, hasta entonces Ministro de Relaciones Exteriores. Dicho Consejo se complementaba con la asignación de dos generales y un almirante.
Con el movimiento anterior, quedó vacante la cartera de Relaciones Exteriores y para cubrir dicho puesto, se trasladó al Embajador Joachim Von Ribbentrop, quien estaba acreditado ante el Reino Unido de la Gran Bretaña.[2]
A continuación se enumera el Gabinete de Gobierno alemán al 4 de febrero de 1938:
- Jefe de Estado, Führer (caudillo), Canciller del Reich y Jefe de las Fuerzas Armadas: Adolfo Hitler
- Ministerio del Interior o Gobernación: Ministro Dr. Wilhelm Frick
- Secretario de Estado: Pfundtner-Hierl;
- Ministerio de Negocios Extranjeros: Ministro Joachim Von Ribbentrop;
- Secretario de Estado: Barón Von Weizzacker-Bohle;
- Ministerio de Hacienda: Ministro Conde Schwerin Von Krosigk;
- Secretario de Estado: Reinhart;
Alto Mando de las Fuerzas Armadas:
- Ministro General Wilhelm Keiter;
- Aviación: Ministro Mariscal Hermann Göering;
- Ministerio de Economía Nacional: Ministro Walter Funk;
- Comisionado del Plan Cuadrienal: Mariscal Hermann Göering;
- Ministerio del Trabajo: Ministro Franz Seldte;
- Ministerio de Alimentación y Agricultura: Ministro Walter Darré;
- Ministerio de Justicia: Ministro Franz Gurtner;
- Secretario de Estado: Profesor Schlegelberger;
- Ministerio de Propaganda y Eclarecimiento Popular: Dr. Joseph Goebbels;
- Ministerio de Ciencias, Educación e Instrucción Popular: Ministro Bernard Rust;
- Ministerio de Asuntos Eclesiásticos: Ministro Hanns Kerrl;
- Ministerio de Comunicaciones: Ministro Dr. Julius Dorpmuller;
- Ministerio de Correos: Ministro Ingeniero Ohnesorge;
- Ministros sin Cartera:
- Rudolph Hess, Representante del Führer,
- Barón Constantin Von Neurath, Presidente del Consejo Privado,
- Dr. Heinrich Lammers, Jefe de la Cancillería del Reich.[3]
Abril de 1939. Clima pre-bélico en Europa
El General Azcárate, representante de México en Alemania, informa a su Cancillería -a través de un télex cifrado-, sobre algunos de los aspectos que han llamado su atención. Se informa que el Embajador del Reino Unido de la Gran Bretaña regresó a Berlín y que de inmediato solicitó una entrevista con el Ministro de Relaciones Exteriores, Von Ribbentrop.
Seguidamente, el diplomático mexicano emite una opinión sobre la alianza franco-inglesa:
“Esa unión se debilita, en lo que se refiere al asunto de Hungría y Yugoslavia. Se dice que El Eje ha tomado ventaja sobre los ingleses. Además, Alemania busca la amistad de Inglaterra reclamándole solamente la devolución de las colonias, que considera de vital importancia y que le fueran arrebatadas al ser vencido durante la Primera Guerra Mundial”.
En la misma comunicación el General Azcárate hace saber que, el 28 de abril, Hitler pronunciaría un virulento discurso, atacando a Roosevelt y a las llamadas “democracias occidentales”. Al respecto nos dice:
“Los alemanes están convencidos de la debilidad diplomática y militar de sus adversarios y parecen decididos a continuar explotando la política de presión”[4]
Efectivamente, al día siguiente -durante un acto al que fue invitado el cuerpo diplomático-, Hitler pronunció un discurso de dos horas y media de duración, pleno de ironía y de gesticulaciones, tal como era su costumbre. Se hace notar que a dicha ceremonia, no concurrieron los embajadores de Inglaterra, Francia, Rusia y Polonia. Durante la perorata, el caudillo alemán defendió las anexiones de Austria, parte de Checoslovaquia y el Memel,[5] afirmando que era una consecuencia del Tratado de Versalles.
En esa misma ocasión, el líder nazi afirmó que los territorios recuperados pertenecían a Alemania desde hace más de mil años; asegurando que no se violó el Acuerdo de Munich, sino que se trataba de una “disgregación” provocada por los antagonismos de diversas nacionalidades. Hitler expresó sus simpatías por la “España nacionalista” e Italia, aprobando la ocupación de Albania y ensalzó la firmeza del Eje. Asimismo, en esa misma oportunidad “destrozó” con diatribas y sarcasmos el telegrama de Roosevelt, contrastando diferencias geográficas y económicas entre Estados Unidos y Alemania. En dicha ocasión, la Dieta o Parlamento, interrumpió al Canciller con apasionados aplausos.
Por otra parte, El Jefe de la Legación Mexicana informó que por esas mismas fechas, Polonia rechazó proposiciones de Alemania sobre Danzig, donde se construiría una autopista y una vía de ferrocarril, con derechos extraterritoriales a través de un corredor polaco; todo ello a cambio de garantizar las fronteras durante 25 años. En lugar de que Polonia aceptara la propuesta alemana, celebró un convenio con Inglaterra aceptando garantías; lo cual se consideró como una violación del Pacto de No Agresión polaco-germano y cuya denuncia el gobierno alemán comunicaría al polaco.[6]
Los acontecimientos “pre-bélicos” corren con una velocidad inesperada, pues una semana después del anterior mensaje, el representante mexicano estaba enviando otro télex con la siguiente información: “Alemania concentra actualmente furor contra Polonia y se rumora que hay movimiento de tropas hacia “el corredor”. Alemania parece no convencida de que la actitud de las potencias occidentales ha cambiado, desde que se produjo el golpe a Checoslovaquia e insiste en que el asunto de Polonia no les incumbe.”
Seguidamente, el General Azcárate emite sus propias opiniones:
“Con la aceleración de la preparación militar y el servicio obligatorio en Inglaterra y la legislación marcial en Francia, sospecho (que ello) trabaja contra Alemania, lo que hace temer más agresión contra Polonia. Tengo informes en el sentido que el punto débil de la preparación militar alemana es la deficiencia en reservas de petróleo. Espérase con inquietud respuesta de Polonia a Hitler mañana”.[7]
En informe del día siguiente, el diplomático mexicano hace saber que: “Se rumora que Göering informó que Italia se encuentra postrada por el esfuerzo en Etiopía y España”.
Asimismo, asegura que: “Italia no aprueba la agresión contra Polonia con quien siempre sostuvo buenas relaciones y (se muestra) celosa demasiado crecimiento de Alemania, que perjudica el equilibrio del Eje. Probablemente por anteriores razones contiénese Alemania, aunque tropas siguen concentradas en Stettin (Sczecyn), incluyendo la guardia del Canciller que ha ido acompañándolo sucesivamente en Viena, Praga y Memel. Campaña de prensa contra Polonia empeora”.[8]
La situación política, económica y social en Alemania y en su entorno van confirmando paso a paso, los preparativos para la contienda de grandes dimensiones, la que en unas semanas se desataría. Tal es tenor de la comunicación que el General Azcárate dirigió a su gobierno en los siguientes términos:
“Ambiente en Alemania belicoso, creo saber que hay órdenes de terminar la cosecha el quince de los corrientes, requisa de autos y movilización de reservas el 16. Rumórase concretarán acción sobre el corredor de Dantzig sin atacar Polonia propiamente dicho, excepto en el caso de que ésta oponga resistencia”.[9] 19
Como es fácil deducir, con el ambiente reinante, las actividades normales se dificultan, incluyendo las comunicaciones, por esa razón encontramos que algunas comunicaciones se tenían qué triangular a través de otros países ajenos al conflicto; e inclusive, en algunas ocasiones se tuvo qué recurrir a los buenos oficios de otras representaciones diplomáticas, para enviar en su propia valija algunos documentos confidenciales. En esos casos, también se acostumbra habilitar a un funcionario en calidad de “correo diplomático”. En razón de lo anterior, se observan algunos lapsos durante los cuales aparentemente no se informó.
INICIO DEL CONFLICTO MUNDIAL
El 1º de septiembre de 1939 ocurrió una de las mayores catástrofes belicistas entre la humanidad, la Alemania nazi atacó Polonia, con lo que se inició la llamada II Guerra Mundial.
Cabe aclarar que, no es el propósito del presente trabajo describir las atrocidades cometidas por los invasores durante dicho conflicto. Baste decir que la pérdida en vidas humanas, representó el 22% de la población polaca de esa época (equivalente a poco más de 6 millones de individuos), de los cuales aproximadamente el 11% murió en la guerra propiamente dicha y, el 9.3% (5.38 millones) en campos de concentración y exterminio, o ejecutados.[10]
Asimismo, se debe señalar que, los daños materiales también fueron cuantiosos, dado que la destrucción de la capacidad industrial instalada, de las vías de comunicación, de las construcciones útiles incluyendo las casas habitación, fueron sistemáticamente inutilizadas, con lo que se creó un verdadero “mosaico dantesco”, al grado de que no es fácil para cualquier persona civilizada, dar crédito a tal capacidad destructiva y adivinar tanto odio enconado, en los dirigentes de las fuerzas invasoras y en los ejecutores mismos. Los bosques, la ganadería y la producción agrícola en general, también fueron dañados consistentemente con la idea premeditada de provocar la muerte de una u otra manera.
Muchas obras han descrito la gran movilización militar ordenada por Hitler para invadir Polonia y nos muestran la manera en que miles de aviones, tanques, cañones y tropas, fueron utilizados en tan perverso propósito. Se arrojaron miles de toneladas de bombas y otros recursos de destrucción, en una forma tan desproporcionada, como inhumana. Ojalá que, al recordar esta nefasta experiencia, sirva como lección para que acciones similares no se repitan: ¡Nunca Más!
Observando las condiciones en que se encontraba el país, el 5 de octubre del mismo año –34 días después de iniciadas las hostilidades con Polonia-, el representante mexicano remite un oficio reservado a la Secretaría de Relaciones Exteriores, con el cual hace del conocimiento que recibió en la sede de la Legación al Ministro de Eslovaquia acreditado en Berlín, para pedir el “reconocimiento del Gobierno de México”.[11]
Como se sabe, ese país se independizó al tiempo que los “Sudetes” eran anexados a Alemania. En dicha ocasión Polonia se había incorporado tres distritos. Ahora –continúa el informe- que el mes de septiembre pasado se efectuó la invasión alemana al sur de Polonia, Eslovaquia movilizó su ejército para incorporarse los tres distritos y permitió el paso de las tropas alemanas por “su territorio”.[12]
Con el propósito de complementar el panorama anterior, el General Azcárate elaboró un “Informe sobre la situación estratégica militar de Alemania”, del cual se reproducen algunas apreciaciones puntuales y sus propias opiniones:
“Alemania se encuentra sola, con dos países cautivos, Checoslovaquia y parte de Polonia; en el interior rodeada de enemigos y neutrales, temerosos, pero con el arma en el brazo”.[13]
En otra parte del informe a que se hace referencia, el diplomático mexicano enumera los principales factores estratégicos favorables a Alemania y ofrece sus puntos de vista:
“Un ejército más grande que el de los aliados y una preparación industrial militar también superior. La eficiencia que mostró el ejército alemán en la campaña contra la débil Polonia, no es fácil que luzca cuando tenga que enfrentarse seriamente con el ejército francés:
• Rusia la tantos años escarnecida por la Alemania nacional-socialista, es ahora la única amiga de Alemania.
• Italia con su magnífica preparación militar y excelente posición estratégica, ha pasado al campo de los neutrales, con tendencias a la larga, de pasarse al campo del adversario.
• En este momento, Alemania es más fuerte militarmente que los aliados. En virtud de la rapidez de conversión bélica de la industria alemana esta ventaja será cada vez mayor por algún tiempo, posiblemente 6 meses o un año, al fin de cuyo periodo su producción industrial militar llegará a su máximo y aún comenzará a descender poco a poco.
• En cambio, la producción industrial de los aliados aunque más lenta, podrá a la larga, superar a la alemana y sin duda, podrá mantenerse en su nivel máximo por más largo tiempo.
• Bloqueo militar (por nivelación de fuerzas) entre las líneas ‘Maginot’ de Francia y la ‘Sigfrido’ de Alemania. Se pretendía una guerra corta, entre otras cosas, porque Alemania solo producía el 80% de los alimentos que consume. La población civil fue sometida a racionamientos.
• Con las cosechas actuales (efectuadas en agosto de 1939), Alemania se podría sostener durante un año, luego podrían efectuar otra cosecha, para 10 meses más, después se pronostica hambre. Rusia podría ser su abastecedor de alimentos y petróleo”.[14]
Finalmente, el General Azcárate expresa sus conclusiones:
“Es mi creencia que de no cambiar el actual alineamiento de potencias, no es dable a Alemania vencer a sus adversarios en un guerra de corta duración. En el término de dos años estará postrada por falta de alimentos, o antes por falta de petróleo, si Rusia no le suministra enormes cantidades”.[15]
Una vez perpetrada la invasión a Polonia y no obstante consumarse la reacción de los aliados Francia e Inglaterra -que el 3 de septiembre declaran la guerra a la Alemania hitleriana-, se produce una recomposición parcial del mapa europeo: Alemania y la URSS se reparten buena parte de Polonia. Los soviéticos ocupan los tres Estados Bálticos, en tanto que el gobierno de Italia permanece a la expectativa -en apariencia neutral-, pero tentado por Hitler para convertirse en la futura “señora absoluta del Mediterráneo”.
Por otra parte, la URSS se lanzaba sobre Finlandia -con quien después de vencerlo militarmente, firmó el llamado Tratado de Moscú (12 de marzo de 1940), por medio del cual el país escandinavo cede el Istmo de Carelia-Vyborg y acepta cierto tipo de “arrendamiento” sobre la península de Hanko.
Seguidamente, se observa un periodo de relativa tregua, que se prolongaría hasta mayo de 1940. Mientras tanto, Francia e Inglaterra continúan preparándose para hacer frente a los ejércitos germanos, constituyen un frente común y sitúan a cuatro divisiones a lo largo de la frontera belga. Mientras tanto, Alemania había continuado la guerra de conquista, ahora (11 de abril de 1940) sobre Dinamarca y Noruega, acusándolos de romper con el estatuto de neutralidad, al colocar minas en el Mar Báltico. Luego seguirían Holanda, Bélgica y Francia (10 de mayo), como objetivos inmediatos; seguidamente, el 11 de junio de 1940 Italia entra de lleno en la guerra, al lado de Alemania.[16]
Para esas fechas, la guerra se había extendido y las pretensiones expansionistas entre los integrantes del Eje, se hacían patentes en todo momento. Francia firma un armisticio con Alemania e Italia, mientras que los cancilleres Von Ribbentrop y Molotov, firmaban un pacto secreto, en el cual entre otras cosas, se contemplaba el avance soviético hacia Irán y los países del Mar Negro, así como la inclusión de Bulgaria en la llamada “zona de seguridad de la URSS”.
Basado en la situación anteriormente descrita, Hitler concebía una “Nueva Europa”, en la que habría armonía en la producción agrícola e industrial, con miras a lograr la autosuficiencia y un agrupamiento orgánico de naciones; lo cual sería sentar las bases de una posterior propuesta: “Los Estados Unidos de Europa”.
Para principios de 1941 los informes de la Legación de México sobre la situación que priva en Europa y en particular en Alemania, parecen un tanto lacónicos:
• Alemania se dispersa: Actualmente mantiene fuerzas de ocupación en Polonia, Checoslovaquia, Noruega, Dinamarca, Holanda, Rumania, Bulgaria, Francia, Bélgica e Italia (a esta última ‘para protegerla’);
• Intentos para controlar el Canal de Suez;
• Inminente ataque contra Inglaterra;
• Presiones alemanas sobre el Mariscal Petain para que entregue el gobierno de Francia al señor Lavat;
• Para esas fechas (febrero de 1941) Alemania tenía cerca de 2 millones de prisioneros franceses;
• Tensas relaciones con diplomáticos de países no aliados;
• Dificultades para diversos trámites de la Legación de México.[17]
Otro de los documentos referentes a la ya para entonces guerra mundial, es un oficio elaborado por el Primer Secretario de la Legación, Francisco Navarro -actuando como Encargado de Negocios ad interim, por ausencia del titular-, quien informa lo siguiente:
“Se ha desatado una campaña de prensa en contra de Yugoslavia, por el ‘golpe de Estado’ perpetrado por el General Simovitch, en contra del Presidente Zvetkovitch, quien había firmado un Pacto favorable a los germanos. La actual campaña es similar a la que se realizó contra Polonia, durante los días previos al 1º de septiembre de 1939”.
Por otra parte, el diplomático mexicano afirma que, entre los nazis, se acusa a Yugoslavia de provocar actos de sabotaje, encarcelamientos injustificados de alemanes y otras agresiones. Como una reacción a lo anterior, Alemania concentró tropas en sus poblaciones fronterizas más cercanas a Yugoslavia y en los límites rumano-yugoslavo y búlgaro-yugoslavo.
Del mismo modo, el Secretario Navarro dice contar con noticias en el sentido de que en costas de los Estados Unidos, se incautaron barcos alemanes e italianos y que se asegura que México incautó 10 barcos alemanes y 2 italianos, anclados en los puertos marítimos de Tampico y Veracruz.[18]
Seguidamente, se reseñan algunas acciones militares y diplomáticas, cuya secuencia va dar a la pauta para los planes futuros del fhürer alemán: “Victorias militares sobre Grecia, Yugoslavia y sobre el ejército imperial inglés de la Cirenaica.[19]
Asimismo, la invasión alemana propició la división de Yugoslavia en varios países: Croacia, Eslovenia, Montenegro y Macedonia. El resto de dicho país se repartió entre Hungría, Bulgaria e Italia”.
Por lo que se refiere al frente oriental europeo, la URSS observa las conquistas germanas, pero hace notar sus deseos de ser tomado en cuenta para el reparto de territorios, además de la porción polaca bajo su dominio y los países bálticos ocupados. En este contexto, el 13 de abril de 1941 se firmó un Pacto de No Agresión URSS-Japón.
Seguidamente, se hacen notar otros acontecimientos complementarios del conflicto bélico general, como la anotación en el sentido de que el “lebensraum germano” (espacio vital),[20] se extiende hacia el oriente, principalmente al territorio de Ucrania, rico en granos y petróleo.
Como antes se menciona, gracias a las victorias militares alcanzadas por los ejércitos alemanes, Hitler pregona su “nuevo orden”, el cual se basa en una victoria total sobre todo Europa, con lo cual impondría las siguientes condiciones:
• Ningún país tendrá ejército, ni marina;
• Cooperación económica con Alemania;
• Los países europeos carecerán en forma individual de cuerpo diplomático para su representación;
• No podrán tener moneda nacional;
• La forma de gobierno será nacional: República, monarquía, etc., pero en base a los principios adoptados por el Tercer Reich.
El Jefe de la Legación Mexicana en Alemania, General Juan F. Azcárate viajó a México para informar personalmente a las autoridades superiores, sobre la situación en el continente europeo. De dicha visita quedó una minuta, con fecha 16 de abril de 1941:
- Comentarios sobre las posibilidades de un ataque militar alemán en contra de las islas británicas; así como sobre la Ley de ayuda a Inglaterra aprobada por el Senado de los Estados Unidos, cuyo apoyo considera decisivo.
- El diplomático mexicano expone su percepción en el sentido de que los dos principales aliados de Alemania: Italia y Japón han pasado a segundo término, aunque no deja de mencionar que el Coronel Oshima, Agregado Militar japonés acreditado en Berlín, firmó en nombre de su país el llamado “Pacto Anticomitern”;[21] lo que presumiblemente le valió el aprecio del gobierno alemán y por parte de su propio país, el ascenso a general y el nombramiento como embajador en Alemania.
Además de lo anterior, el General Azcárate hace un recuento del provecho obtenido por los soviéticos hasta esa etapa del conflicto y llama la atención sobre la vulnerabilidad de los campos petroleros ucranianos. Por lo que respecta a Francia, opina que dicha potencia está “completamente derrotada”.
Finalmente, sobre las posibilidades para México, considera que en cuestiones relativas a la industrialización del país, se deben de buscar alianzas con los Estados Unidos y, en el caso de la guerra que se vive en Europa, como buen militar expresa lo siguiente:
“Sugiero no quemar nuestros puentes de retirada antagonizando innecesariamente con Alemania”.[22]
Para el mes de junio de 1941 las relaciones soviético-alemanas pasaban por momentos difíciles. Aparentemente Alemania estaba desilusionada con los resultados del Tratado de Comercio, firmado con la URSS el 23 de agosto de 1939, pues no recibía las mercancías solicitadas, ni tampoco se cumplían los plazos de entrega.
Otro elemento de la discordia era Ucrania, que sigue ejerciendo un gran poder de atracción entre los dirigentes del Reich, ya que como se ha mencionado en varias ocasiones, cuenta con un territorio rico en petróleo y es un gran productor de granos, ambos factores determinantes para poder sostener una guerra de larga duración.
El General Azcárate previendo un posible enfrentamiento entre los hasta ahora grandes aliados, destaca que una victoria alemana sobre Rusia, permitiría a Berlín instalar en Moscú a un gobierno amigo:
“Haciendo desaparecer el comunismo y conquistándose –según cree Hitler-, las simpatías del mundo entero, en una especie de ‘cruzada contra el comunismo’, o ‘guerra ideológica’ de la Europa civilizada y culta, contra el Cercano Oriente (sic) atrasado y semibárbaro”.[23]
Por último, en el informe que se cita, se anota que Alemania y Turquía firmaron un Tratado de Amistad, por el cual ambos países se obligan a respetar la integridad e inmunidad de sus territorios. Al respecto, el diplomático mexicano opina:
“Creo que este Tratado es el primer paso para la absorción completa de Turquía por Alemania, marcándose así un nuevo aspecto en el panorama general de la actual guerra”.[24]
CONTINUARÁ…
—— o ——
NOTAS:
- Expediente Reservado 30-1-4, Archivos del Acervo Histórico Diplomático. Informe del 4 de febrero de 1938, sobre los acontecimientos políticos en Alemania. ↑
- Idem ↑
- Ídem ↑
- Ídem ↑
- Nota del Editor: Como se expuso en el artículo anterior, publicado en “ADE” N. 12, la anexión ilegal de Austria tuvo lugar el 15 de marzo de 1938; el caso de los “Sudetes” -territorio de la parte norte de Checoslovaquia-, aconteció el 29 de septiembre de 1938 y, por lo que se refiere al territorio de Memel o Klaipedia -puerto del Mar Báltico, localizado en territorio de Lituania-, durante buena parte de su historia, formó parte de la “Liga Hanseática”, que era una especie de federación alemana formada por ciudades del norte de Alemania y otras ubicadas en el Báltico. Por la Convención de París, de 1924, se otorgó al territorio de Memel el Estatuto de “Unidad Autónoma”, bajo la soberanía lituana y en marzo de 1939, al firmarse los llamados Tratados de Locarno, dicho territorio fue devuelto a Alemania. Para esas fechas, se asegura que en territorio austriaco habitaban aproximadamente 6.5 millones de alemanes y en el checoslovaco, alrededor de 3.5 millones; en tanto que en Polonia, solamente 30 mil. ↑
- Exp. Citado, Télex cifrados Nos. 19 y 20, del 27 y 28 de abril de 1939, respectivamente. ↑
- Exp. Citado, Télex cifrado No. 24, del 5 de mayo de 1939. ↑
- Exp. Citado, Télex cifrado No. 25, del 6 de mayo de 1939. Nota del Editor: Sczecyn, es una ciudad portuaria del noroeste de Polonia, fronteriza con Alemania, cuenta con importantes astilleros donde se construyen barcos de gran calado. ↑
- Exp. Citado, Télex cifrado No. 58, del 5 de agosto de 1939. ↑
- Edmund Jan Osmañczyk, Enciclopedia Mundial de Relaciones Internacionales y Naciones Unidas, Ed. Fondo de Cultura Económica, México-Madrid-Buenos Aires, 1976, p. 896 ↑
- Nota del Editor: Cabe hacer notar que por razones históricas, México se ha declarado contrario a la práctica denigrante del reconocimiento de gobiernos, ejercido por algunos Estados. En tal sentido, se inscribe la llamada “Doctrina Estrada”, derivada de una declaración efectuada en 1930, por el entonces Secretario de Relaciones Exteriores de México: “El Gobierno de México ha transmitido a sus ministros en los países afectados por las recientes crisis políticas, haciéndoles conocer que México no se pronuncia en el sentido de otorgar reconocimientos, porque considera que ésta es una práctica denigrante que, sobre herir la soberanía de otras naciones, coloca a éstas en el caso de que sus asuntos interiores puedan ser calificados en cualquier sentido por otros gobiernos, quienes, de hecho asumen una actitud de crítica al decidir, favorable o desfavorablemente, sobre la capacidad legal de regímenes extranjeros. En consecuencia, el Gobierno de México se limita a mantener o retirar cuando lo crea procedente, a sus agentes diplomáticos y a continuar aceptando, cuando también lo considere procedente, a los similares agentes diplomáticos que las naciones respectivas tengan acreditados en México, sin calificar, ni precipitadamente, ni a posteriori, el derecho que tengan las naciones extranjeras, para aceptar, mantener o sustituir a sus gobiernos o autoridades”. Tomado de Ma. Eugenia de Roux López. Genaro Estrada. Un Boletín una Doctrina. Revista PROA No. 2, abril- mayo, México 1982, p. 9. ↑
- Exp. Citado, oficio reservado No. 78, del 5 de octubre de 1939. ↑
- Exp. Citado, oficio reservado, No. 84, del 7 de noviembre de 1939, pp. 17-21. ↑
- Ibidem, p. 19 ↑
- Ibidem, p. 21 ↑
- Nota del Editor: La ofensiva alemana hacia el oeste se perpetraría a través de territorio conquistado de Holanda, buscando la codiciada Alsacia. El ejército alemán logra romper la defensiva de la llamada “Línea Maginot”, conjunto de fortificaciones construidas en la frontera franco alemana en el sector comprendido entre Namur y Sedán, a iniciativa del General André Maginot. “Los blindados germanos pasaron a través de las Ardenas”. El Mariscal Petain nombrado Jefe del Gobierno firma el armisticio el 22 de junio de 1940, pero el General Charles de Gaulle, exiliado en Inglaterra, se declara dispuesto a continuar la lucha, al lado de los aliados británicos. ↑
- Informe sobre la Situación Política en Alemania, 11 de febrero de 1941. Exp. 29-27-3 Acervo Histórico Diplomático, de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE). ↑
- Informe Reservado No. 15, del 4 de abril de 1941. Exp. 29-27-3, Acervo Histórico Diplomático, SRE. ↑
- Nota del Editor: Cirenaica, región de África, en el Noreste de Libia. Antigua posesión italiana, escenario de enfrentamientos durante la Segunda Guerra Mundial. Tomado de “Nuevo Espasa Ilustrado” 2000, p. 393 ↑
- Edmund Jan Osmañczyk, op. cit: Lebensraum, es un término de la Alemania imperialista, formulado por primera vez en 1897 por Friedrich Ratzel (Politische Geographie), seguidamente por K. Haushofer, editor desde 1924 de la revista “Zeitschrift fûr Geopolitik”. Dicha expresión se convirtió en el concepto esencial de los planes genocidas nazis antieslavos, bajo el lema: “Necesidad de aumentar el espacio vital del pueblo alemán”. P. 2,498 ↑
- Edmund Jan Osmañczyk, Op. Cit. p. 70: “Después de la Primera Guerra Mundial, los Grandes Poderes occidentales iniciaron un ‘Cordón Sanitaire’ contra la Rusia comunista y en el año 1936, Alemania, Italia y Japón, formaron una Anticomintern contra la Internacional Comunista”. ↑
- Informe del 16 de abril de 1941, entregado personalmente por el General Francisco F. Azcárate, en la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. ↑
- Ìdem ↑
- Informe del 19 de junio de 1941, sobre la Situación Militar y Política de Alemania. Exp. 29-27-3 SRE.
APM/CDMX/16 de Enero de 2023 ↑
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