VII. MUSEOS DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Por: Sandra Michele Johnston Sandoval
En el curso de nuestras vidas nos trazamos objetivos diferentes, algunos inmediatos, otros a corto y largo plazo, intentar recorrer todos los museos de la Ciudad de México, resulta casi impensable, hay tanto que ver y hacer en esta ciudad que no queda tiempo para aburrirse, hay variedad de monumentos, de sitios históricos que nos permiten fomentar e incrementar nuestros conocimientos, conocer nuestra esencia, ya que buena parte de esa historia está precisamente en las calles, en sus callejones, sus plazas, parques, edificios y casonas, ya que no se puede respetar y cuidar lo que no se conoce.
La Ciudad de México goza de una gran variedad de museos, de todo tipo, para todos los gustos como el Museo del Tiempo en Tlalpan, el Museo de la Memoria y Tolerancia, Museo de Cera, Papalote Museo del Niño, Museo de Arte Popular, Museo de Arte Moderno, Museo Universitario de Arte Contemporáneo. Algunos de los más grandes pintores también cuentan con sus museos como Diego Rivera, Frida Kahlo y Rufino Tamayo; el Museo Dolores Olmedo con una gran exhibición permanente tanto de Diego, como de Frida.
El Museo de Antropología e Historia merece un apartado especial, ya que alberga la historia maravillosa de las culturas prehispánicas, en un edificio espléndidamente diseñado por el Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, una catedral para conocer la historia de los Aztecas, los Mayas, Toltecas, Olmecas, etc.
Lo seguiría en importancia y belleza el Museo del Templo Mayor, construido a raíz del descubrimiento de la diosa de la Luna, Coyolxauhqui, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Dicha pieza escultórica emblemática de la cultura mexica, se encontró el 21 de febrero de 1978 en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México. La deidad, relacionada con la luna, es una de las pocas esculturas tenochcas que muestran la desnudez femenina.
Si se quiere disfrutar del arte barroco, México tiene su propia historia en la construcción de iglesias y catedrales y es así como el barroco se difunde por todo el país, con sus propios acentos regionales que reflejan la identidad nacional, de un movimiento en cierta medida popular de aquella época para expandir el catolicismo y penetrar en la vida cotidiana de los pueblos. La Iglesia de la Profesa cuenta con una pinacoteca impresionante, pero no está abierta todos los días. El barroco mexicano es tan rico que ya se han escrito muchos libros al respecto. El Museo Franz Mayer es una buena opción para viajar en el tiempo así como el Museo del Antiguo Palacio de Iturbide en donde el Banco Nacional de México y el Grupo Financiero Banamex presenta exhibiciones frecuentemente ya que cuentan con un acervo basto y maravilloso que resalta por ser una de las colecciones privadas más ricas y completas de arte mexicano.
De los más recientes el Museo Soumaya con un diseño moderno y vanguardista en donde se conserva una impresionante muestra de pintura y escultura. El más atractivo recinto cultural sin fines de lucro en México, es sin duda el Museo Soumaya. Fue inaugurado en 1994 por el empresario Carlos Slim, quién le dio este nombre para honrar la memoria de su esposa Soumaya Domit.
Esta institución abrió sus puertas con el único propósito de compartir un espacio en donde se disfrutara plenamente del arte. Por ello, desde entonces es el principal investigador y conservacionista de grandes obras de arte; asimismo es un gran promovedor de artistas nacionales e internacionales.
Sin embargo, hay edificaciones que no necesariamente son museos y cuentan con una gran riqueza pictóica como pueden ser los murales del Palacio de las Bellas Artes; así como los de la sede del gobierno de la República en Palacio Nacional, en la Secretaría de Educación Pública, la Universidad de Chapingo y en el Colegio San Idelfonso, entre otros.
La Ciudad de México cuenta con otros dos importantes recintos culturales, como el Museo Nacional de San Carlos, cuyo nombre original fue Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos de la Nueva España, que fue la primera institución de este tipo en este lado del mundo, y empezó a funcionar en 1781 oficializando el estudio del arte, generando brillantes generaciones de artistas. “El Museo Nacional de San Carlos, abri sus puertas en 1968 en lo que fuera el antiguo palacio del Conde de Buenavista, obra de Manuel Tolsá, arquitecto de origen valenciano que llegó a la Nueva España como profesor de la Real Academis de San Carlos, de cuyas galerías procede buena parte del fondo de origen de la colección que hoy resguarda el museo”.
“Gracias al esfuerzo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y al interés de coleccionistas como Franz Mayer y Alberto J. Pani, este recinto actualmente conserva y exhibe en sus salas la colección de arte europeo más antigua e importante de América Latina. Distribuida a lo largo de cinco salas permanentes, la colección ofrece a sus visitantes obras de los grandes representantes de los estilos pictóricos que comprenden desde el gótico de los siglos XIV y XV hasta los movimientos plásticos de inicios del siglo XX”.
El Museo Nacional de Arte (MUNAL) está localizado en el centro histórico en la plaza Manuel Tolsá, alberga una colección representativa del arte mexicano, desde la era virreinal hasta la década de 1950. El magnífico edificio en que se encuentra es el Palacio de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, predominantemente neoclásico y renacentista. El edificio se convirtió en el Museo Nacional de Arte en 1982 y restaurado en 1997. Es fácilmente identificable por la gran estatua ecuestre de Carlos IV de España, comúnmente conocida como “El Caballito”.
En sus salas se puede disfrutar de cinco siglos de historia del arte en México con trabajos de artistas como Andrés de la Concha, José Juárez, Cristobal Villalpando, Miguel Cabrera, Manuel Tolsá, José María Velasco, Saturnino Herrán, Ángel Zárraga, Gerardo Murillo. Por mencionar algunos, la riqueza museográfica es muy grande.
Recorrer la historia a través de sus artistas es un regalo visual muy grande, les invito a darse el tiempo para visitar nuestros museos.
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