Lo inmediato en cualquier referencia sobre el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la Innovación (STI) son los países desarrollados, obviando la amplia periferia de actores estatales que, con limitaciones y singularidades, también han realizado aportaciones para afrontar los problemas más apremiantes del mundo en la actualidad: cambio climático, inseguridad alimentaria y de agua, pérdida de la biodiversidad, pandemias y otros fenómenos de salud pública, contaminación e impacto ambiental, explotación excesiva de minerales, secuelas que están dejando las exploraciones en el espacio o en la Antártida, por mencionar los más relevantes.
Por ello es de gran relevancia el primer Foro de Organizaciones Internacionales sobre el Futuro de la Educación la Ciencia y la Cultura en las (FESCIOF), realizado a principios de marzo pasado en Riad, Arabia Saudita. El evento fue organizado conjuntamente por la Organización de Educación, Ciencia y Cultura de la Liga Árabe (ALECSO) con sede en Túnez y establecida desde 1970, y la Comisión Nacional para la Educación, Cultura y la Ciencia de Arabia Saudita (SNCECS), la cual coordina la participación de instituciones gubernamentales y académicas sauditas en los organismos multilaterales encargados de estos temas.
Además de los eventos inaugurales, que incluyeron mensajes del titular de ALECSO, y del ministro de Educación y vicepresidente de la SNCECS, el evento incluyó un amplio espectro de participantes: representantes de organismos internacionales y regionales, instituciones académicas, bancos de desarrollo, representantes gubernamentales, legisladores, fundaciones y organizaciones civiles, quienes durante dos días de deliberaciones analizaron como tema central las oportunidades que en materia de STI se debaten en organismos internacionales para asegurar un mejor futuro global.
De manera desglosada, y en formatos tradicionales (mesas redondas, debates, conferencias magistrales), en el foro también se analizaron: el futuro de los organismos internacionales vinculados con la STI y su vinculación con el desarrollo económico global y la ayuda humanitaria; la composición del ecosistema de STI y las formas de fortalecer su interrelación; las oportunidades de nuevas modalidades de inversión para enriquecer el intercambio de conocimiento, y el involucramiento de los nuevos actores internacionales en los modelos presentes y futuros de colaboración internacional.
Aunque la peculiaridad del evento fue el abordaje de la estructura y la funcionalidad de los organismos internacionales frente a los desafíos más acuciantes de la humanidad, específicamente aquellos vinculados con la ciencia, la educación y la cultura, no menos relevante fue conocer la postura de los países árabes al respecto. Así, a través de más de 60 ponencias fue posible identificar, entre otros, los siguientes aspectos:
- Desde su fundación en 1970, ALECSO organiza actividades para desarrollar la educación, la cultura, las ciencias, el medio ambiente y la comunicación en el mundo árabe; promueve y difunde la lengua árabe y la cultura árabe-islámica en el mundo, y tiene canales de diálogo y comunicación con otros actores multilaterales. Sus 22 miembros desarrollan proyectos y programas a través de 4 departamentos especializados que sostienen reuniones periódicas en materia de educación, cultura, ciencia y TICS. Adicionalmente, cuenta con instituciones subsidiarias involucradas con la promoción de la lengua árabe localizadas en Marruecos, Egipto, Siria y Sudán.
- La Organización Mundial Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ICESCO) es una organización internacional sin fines de lucro que emana de la Organización de Cooperación Islámica, especializada en los campos de la educación, la ciencia y la cultura. Aunque su sede está en Rabat, Marruecos, está en proceso de definir el establecimiento de centros, oficinas o instituciones subsidiarias. Sus áreas de interés incluyen desarrollo sustentable, innovación social y tecnológica, empoderamiento de los jóvenes y las mujeres, diálogo y coexistencia, Aplicaciones de Inteligencia Artificial y protección del patrimonio. Cuenta con 54 Estados miembros y 3 observadores.
- Referente a uno de los temas en boga, siendo las empresas pioneras en diversos campos de la ciencia, fue el de la asociación pública-privada para sumar capacidades o capital a proyectos públicos con utilidades a largo plazo. Así, en el foro se reconoció que algunos países árabes están trabajando con el sector privado para impulsar, entre otros temas, la ciberseguridad y las aplicaciones de la inteligencia artificial. La coincidencia general fue que este tipo de colaboración ayuda tanto en el abordaje de los desafíos globales, como en el acceso a la educación, la ciencia y la cultura y en la construcción de economías sostenibles.
- Aunque la presencia de ponentes provenientes de la región Medio Oriente-Norte de África (MENA) no fue notable, la realización del FESCIOF coincidió con la publicación del Middle East Science Report (MESR) 2023, que entre otros aspectos destaca un incremento significativo en las últimas 4 décadas de los artículos académicos de investigadores de esa zona publicados en revistas internacionales, así como de las citas de esos documentos, período en el que cuadruplicó su proporción de artículos de investigación y revisiones al 8% del total mundial.
- Siendo la sede del FESCIOF, se constató el potencial de Arabia Saudita en estos ámbitos. El foro fue una oportunidad para que Arabia Saudita exhibiera su experiencia participativa en organizaciones multilaterales (se debe recordar que fue miembro fundador de la UNESCO en 1946 y es miembro desde su fundación de ALECSO e ICESCO. También se confirmó la prioridad que este país otorga a la agenda de STI desde hace varios años, organizando anualmente también el festival internacional de tecnología de vanguardia: LEAP, y la Conferencia y Exposición Internacional para la Ciencia (ICES), organizado conjuntamente por la Universidad King Saud y la editorial Springer para que los noveles investigadores informen sobre sus últimos estudios y compartan sus hallazgos no publicados con expertos en todos los campos de la ciencia.
- Como la preparación de las nuevas generaciones en Arabia Saudita es una prioridad, el ministro de Educación informó que desde 2005, más de 300.000 estudiantes sauditas han obtenido una beca para estudiar en Estados Unidos, Canadá, Europa, Australia, Japón, China y otros lugares. Como resultado, muchos de ellos son actualmente líderes en los sectores público y privado en el país, reduciendo la brecha cada vez mayor entre las sociedades desarrolladas y en desarrollo. Esta tendencia también lo convalidó el presidente de King Abdulaziz City for Science and Technology (KACST) -institución de investigación científica aplicada al desarrollo y de asesoría para el gobierno saudita a nivel nacional- quien dijo que el año pasado en Atlanta, los finalistas y ganadores de la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería fueron saudíes, al igual que el ganador de la Olimpiada de Robótica en Alemania.
- En la transformación que se está produciendo en el sector de la ciencia y la tecnología en Arabia Saudita destaca la creación de un consejo de investigación e innovación como parte del consejo de ministros, logrando tanto la alineación entre los formuladores de políticas y los investigadores como el impulso a la comunidad de investigación.
Más allá de estas sucintas referencias, lo cierto es que referir el desarrollo e impulso de la ciencia en los países árabes -conglomerado de 18 Estados considerados árabe-parlantes o 22, si tomamos como referencia la membresía de la Liga Árabe- es complejo y desafiante. Aunque esa subregión del mundo tiene en su haber un premio nobel en Química (Egipto, 1999), lo cierto es que su impronta en la promoción de las ciencias es extensa y de viejo cuño. Basta recordar que durante la llamada Golden Age Árabe (siglos VIII al XIII de nuestra época) se sentaron los cimientos de la astronomía (astrolabio, cuadrante y primer observatorio); geografía (cartografía en color); creación de primeras universidades (Túnez y Egipto); matemáticas (álgebra trigonometría, números arábigos), además de primigenios vestigios en medicina, química y farmacología.
La valía de esas aportaciones parece volver a refrendarse con la realización de eventos como el FESCIOF y otros similares en países árabes. Es cierto que el estado de las ciencias ha evolucionado ingentemente en los últimos años y que sería difícil volver a crear una Casa de la Sabiduría (House of Wisdom) como la que ideó en Bagdad en el siglo VIII el califa Harum Al-Rashid para concentrar todo el conocimiento universal y traducirlo al árabe, pero no hay duda que los encuentros entre los actores primordiales de los ecosistemas de la STI son detonadores de creación y cooperación que benefician, sin restricción, al conjunto de la humanidad con nuevos avances en el conocimiento científico.
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