VI. LA “LEY HB2014” Y EL NUEVO SISTEMA MONETARIO MUNDIAL

Hace algunas semanas, las autoridades del estado de Arizona hicieron la propuesta de introducir nuevas monedas a la economía local, forjadas de metales preciosos como instrumento de pago, un sistema similar al patrón oro, mismo que podría representar el regreso a los orígenes del sistema monetario mundial.

Así pues, el Comité de Finanzas del Senado del estado de Arizona, planea considerar la iniciativa que prevé la eliminación del impuesto a las transacciones realizadas con metales preciosos, incluyendo en el programa monedas fabricadas con estos metales. De acuerdo con el proyecto de ley, las operaciones realizadas con ayuda del nuevo instrumento de pago no se gravarán con impuestos, lo que de alguna forma, alentaría el uso de los metales preciosos como modo de pago.

Hasta ahora, bajo la ley de Arizona, el oro y la plata están sujetos a impuestos sobre utilidades de capital cuando se cambian por billetes de la Reserva Federal, o cuando se usan en transacciones de trueque. Si el poder adquisitivo de la divisa de la Reserva Federal ha disminuido debido a la inflación, el valor nominal del dólar de los metales por lo general sube y eso desencadena una “ganancia”, misma que en la mayoría de los casos (por supuesto), dicha ganancia de capital es puramente ficticia. Sin embargo, estas utilidades siguen siendo gravadas con impuestos, impidiéndose el uso de los metales preciosos como divisa ordinaria.

De acuerdo con el Instituto Ron Paul para la Paz y la Prosperidad, esta iniciativa libera a las operaciones en las que se utilicen los metales preciosos de la imposición de tributos a los ingresos provenientes del crecimiento del capital. De esta manera, dicha medida garantiza que el contribuyente no pague los platos rotos de la Reserva Federal norteamericana, algo que si se extendiera más allá del territorio estadounidense, cambiaría por completo nuestras vidas y sobre todo, el contenido de nuestros bolsillos… ¿no lo cree usted?

Sin embargo, por más maravilloso que suene, no hay que perder de vista el objetivo fundamental de esta iniciativa: consolidar la economía local y, por supuesto, protegerla de la inflación. Al día de hoy, podemos darnos cuenta del gran error cometido por las potencias mundiales al haber sustituido al oro como el respaldo indiscutible de cualquier economía, fracasando el dólar al no tener ningún valor real, deteriorando e hiriendo de muerte a absolutamente TODAS las economías del planeta.

De aprobarse esta iniciativa en Arizona, los habitantes de este estado serán los primeros individuos en el mundo que podrán volver a comprar y vender oro y plata sin que en estas operaciones se vean castigados los precios de los metales; además de ser catalogadas como ganancias de capital, las cuales suelen gravarse con impuestos. Esto reducirá el grado de interferencia de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) en el estado de Arizona, pero sobre todo, el control de la política económica y monetaria de este organismo que ya está por demás demostrado que sólo perjudica la prosperidad de las economías estatales.

Si usted recuerda, todavía, durante las primeras 5 décadas del siglo XX, aún se manejaban, no sólo en México, sino en varios países, monedas de plata como forma de intercambio comercial, es decir, como dinero. Así pues, esta ley asegura que las personas no sean castigadas mediante el régimen fiscal por el hecho de rechazar los instrumentos de pago de la Reserva Federal en favor del oro o de la plata. Debido a que la inflación incrementa el valor de los metales preciosos, estos impuestos le dan al Gobierno una herramienta más para obtener ganancias de la devaluación de la moneda, una medida muy eficaz para el fortalecimiento de una economía local.

La implementación de esta ley marcaría un paso importante hacia la competencia cambiaria. Si el dinero real gana un punto de apoyo en el mercado, frente a los billetes de la Reserva Federal, la gente sería capaz de elegir la estabilidad probada a lo largo del tiempo por el oro y la plata, por encima del papel moneda expedido por los bancos centrales y que rápidamente se deprecia. La libertad de elección expandida por la Ley HB2014 permitiría a los residentes de Arizona asegurar el poder adquisitivo de su dinero. A raíz de esto, una legislación similar también está bajo consideración en Idaho, Texas, Tennessee, Virginia y Maine.

Lamentablemente, en la actualidad la deuda e impuestos en Arizona deben pagarse con billetes de la Reserva Federal (dólares), autorizados como moneda de curso legal por el Congreso, o con monedas emitidas por el Tesoro de los Estados Unidos, muy pocas de las cuales están hechas de oro o plata. Sin embargo, la Constitución de los Estados Unidos declara en el Artículo I, Sección 10: “Ningún Estado podrá emitir moneda, legalizar otro método que no sean monedas de oro y plata como medio de pago de las deudas”.

El proyecto de ley en Arizona, da un paso decisivo hacia ese requisito constitucional ignorado durante décadas en la Unión Americana. Tal táctica socavaría el monopolio de la Reserva Federal al introducir la competencia en el sistema monetario volviéndose así al patrón oro, aunque fuera parcialmente, un sistema monetario que fijaba los tipos de cambio de una moneda en términos de una determinada cantidad de oro.

William Greene, experto en licitación constitucional, argumenta que el hecho de que la gente en varios estados en realidad comience a usar oro y plata en lugar de los billetes de la Reserva Federal, anulará efectivamente a la Reserva Federal y pondrá fin al monopolio de esta institución sobre el dinero; es decir, traerá un efecto de ley de Gresham inversa y el dinero bueno (monedas de oro y plata) expulsarán del mercado al dinero malo (los billetes de la Reserva Federal).

A raíz de esto, una serie de acontecimientos podrían comenzar a producirse, incluyendo el flujo de la riqueza real hacia la tesorería del estado, una afluencia de negocios bancarios de fuera del estado, como gente de otros estados pidiendo negociar con dinero sano y un eventual clamor contra el uso de billetes de la Reserva Federal para cualquier transacción. Así pues, esta medida, pudiera tener consecuencias devastadores para el viejo banco central de los Estados Unidos, obstinado en mantener el control a través de métodos obsoletos que han demostrado ser deficientes ante el tradicional modelo basado en el patrón oro y plata.

El dinero tecnológico y el “patrón oro virtual”
La emisión de dinero fiduciario y la generación de deuda, han sido un instrumento crucial para apoderarse de lo que tiene valor real: las materias primas y todos los recursos naturales.

Sin embargo, además de la Ley HB2014 de Arizona, existen otras iniciativas que pretenden reemplazar el sistema monetario actual por uno más eficiente que genere mayores beneficios, menos endeudamiento y que al menos mantenga estable el poder adquisitivo de la población.

Así pues, el desarrollo tecnológico es la clave que lo cambia todo y la fuerza que moldea las estructuras socioeconómicas futuras. El desarrollo tecnológico, combinado con el aumento de población y la escasez de algunos recursos, no permiten mantener en funcionamiento las viejas estructuras del sistema.

Sin embargo, muchas cosas tendrán que cambiar y como vemos el panorama, el poder e influencia de los bancos centrales tienden a desaparecer o, por lo menos, diluirse paulatinamente.

Para muchos, las criptomonedas[2] son el futuro, quizá el inmediato subsecuente  al regreso de los patrones oro y plata. El Bitcoin, por ejemplo (cuya creación durante años ha estado rodeada de una misteriosa neblina), ha sido un primer paso, un experimento global para estudiar la instauración de las criptomonedas.

Para quienes no estén muy actualizados en el tema, el Bitcoin es la primera forma de dinero 100% digital. No tiene forma física ni la tendrá. Fue creado para vivir en la web. Más de un 50% de la población mundial tiene acceso a esta moneda. En el mundo digital no existe una manera de interactuar económicamente como sí la tenemos en el mundo físico. Con Bitcoins eso es posible. Las transacciones en línea son instantáneas y muy seguras. El Bitcoin es más que dinero, es un protocolo de pago que permite que el dinero circule de manera perfecta.

Este sistema de pagos virtual no es una moneda porque ellas son emitidas por bancos centrales que toman decisiones que afectan su valor. En cambio es un commodity, como el oro. Así pues, hay un número limitado de Bitcoins en circulación (17 millones) y va aumentando a una tasa de 12.5 cada 10 minutos. Va a llegar a un límite de 21 millones y jamás va a haber más que eso. Nadie puede hacer nada para cambiarlo. Esto lo que permite es que su precio se valorice a medida que aumenta la demanda.

Su otro atractivo es la inversión. El Bitcoin es escaso, por lo tanto un aumento en demanda no va a ser acompañado por uno en oferta. La única forma de que el mercado alcance un equilibrio es que aumente el precio. Por eso la gente lo está comprando. Las oportunidades de ganar dinero, si bien más riesgosas, son mayores que con otros activos más antiguos.

Una vez estudiado como se desarrolla el asunto, cómo se aplica y cómo responde la gente a este tipo de “producto”, se establecerán nuevos modelos de control económico y social, que harán obsoletas las viejas estructuras.

Así pues, mientras que el Bitcoin sigue batiendo nuevos récords históricos, los bancos nacionales de los países en todo el mundo se dan cuenta que representa un verdadero desafío y que como en todo dentro de este sistema globalizado, quedarse atrás en materia financiera, podría ser uno de los más grandes errores que podría cometer un gobierno.

Sólo imaginemos por un momento que un Gobierno, háblese de los Estados Unidos, China, México, etc. pierda el control de la política monetaria y que ésta quede en manos del “Libre Mercado (Sector Privado, en realidad)”. Simplemente… ¡ESTO SERÍA UN COMPLETO DESASTRE!

De esta manera, en 2014, el Banco Popular de China se propuso introducir paulatinamente su propia moneda digital, lo que convertiría al regulador chino en el primer banco nacional en emitirla. Actualmente, el banco está estudiando varias criptomonedas ya existentes como el Bitcoin y otras, cuyo rasgo principal es su carácter descentralizado, es decir, es casi imposible de controlar por las autoridades financieras.

Pekín intenta evitar ceder este mercado emergente a las empresas privadas, mientras que la población ya utiliza frecuentemente los pagos en línea en todas las transacciones. Hoy en día la mayoría de los chinos, para comprar una lata de refresco, prefieren escanear un código QR con sus celulares que insertar una moneda en una máquina.

La introducción de la moneda digital por un banco central, no impactaría prácticamente nada a los acostumbrados a los pagos en línea, sin embargo, es sumamente importante para los vendedores, ya que en vez de recibir dinero directamente de los clientes, podrían obtener pagos digitales bajando drásticamente los costos de transacción.

Según Duan Xinxing, vicepresidente de la empresa china OK Coin, una de las mayores casas de cambio de cripto divisas de China, la moneda digital garantizaría al Banco Popular de China, y a quien adopte este régimen, la capacidad de controlar riesgos en el sistema financiero y monitorear transacciones a escala de toda la economía.

De una u otra forma, el derrumbe del sistema monetario y financiero global actual es a todas luces inminente, y el regreso a los viejos y eficientes modelos, como lo es el patrón oro y plata, son parte indispensable del reacomodo del sistema para dar paso a un nuevo esquema, el cual, aún no podemos garantizar de ningún modo que sea el adecuado y mucho menos, el definitivo.

Algo que sin lugar a dudas podemos afirmar, es que un modelo económico de índole virtual se avecina y está más cerca de lo que realmente creemos.


[1] El autor es licenciado en comercio internacional (LCI). Director de la Revista Digital Enlace México y escritor invitado de la Revista Trimestral ADE (Asociación de Diplomáticos Escritores). Desde abril de 2009– a la fecha, colabora en temas económicos, político– económicos y de comercio exterior.

[2] Una criptomoneda o criptodivisa (del inglés cryptocurrency) es un medio digital de intercambio. La primera criptomoneda que empezó a operar fue Bitcoin en 2009, y desde entonces han aparecido muchas otras, con diferentes características y protocolos como pueda serlo Litecoin, Ripple, Dogecoin, NeuCoin y otras. Visto en https://es.wikipedia.org/wiki/Criptomoneda

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