III. UN NUEVO ORDEN MUNDIAL. TEORÍA O MITO

Algunos teóricos o especialistas de distintas disciplinas como el derecho internacional, el derecho diplomático o la teoría de las relaciones internacionales, afirman que estas áreas del conocimiento son dinámicas y se encuentran en constante evolución, es decir no son estáticas.

En respaldo de esos puntos de vista se puede apreciar que esas materias se han visto obligadas a transformarse en la medida en que el mundo, la geografía y la sociedad internacional han ido evolucionando.

En este orden de ideas se puede aseverar que la historia de la humanidad confirma que la sucesión de períodos, eras o acontecimientos, ha provocado cambios en geografía, sistemas de gobierno, modelos económicos, religión o cultura. Un repaso en la evolución histórica deja ver que el mundo cambió con el imperio romano, con el surgimiento del cristianismo, con las cruzadas y el interés de expandir el comercio; con el renacimiento, con los imperios coloniales a partir del siglo XVI, con la revolución industrial en el siglo XIX, con la proliferación de estados nacionales en el siglo XX o con el advenimiento de dos modelos de desarrollo distintos y opuestos, el capitalismo y el socialismo.

Un ejemplo de la modificación de la geografía y de la preservación del orden político se dio con el Congreso de Viena, efectuado de septiembre de 1814 a junio de 1815, convocado por el Primer Ministro del Imperio Austro-Húngaro, Klemens von Metternich, cuyos objetivos fueron: establecer nuevas fronteras en Europa después de la derrota de Napoleón, preservar el sistema monárquico de gobierno, oponerse al liberalismo (surgido en la Revolución Francesa) y mantener el equilibrio en el continente.

Otro ejemplo fue la Conferencia de Berlín, celebrada de noviembre de 1884 a febrero de 1885, en donde participaron, en calidad de potencias coloniales: Gran Bretaña, Francia, Alemania, Portugal, Austria-Hungría, Bélgica, Dinamarca, Italia, España, Rusia, Suecia y la corporación mercantil Asociación Internacional del Congo (el territorio no formaba parte del imperio colonial de Bélgica, era una propiedad particular del rey Leopoldo II). En esta reunión se trazaron los límites de las posesiones coloniales en África y se establecieron las reglas que regirían la explotación y comercialización de materias primas.

La Sociedad de las Naciones fue otro episodio que provocó cambios en el panorama internacional, particularmente en la geografía, en los sistemas políticos, en los modelos de producción e intercambio y que propició el surgimiento de nuevos sujetos de derecho internacional. Este esquema de organización se negoció en junio de 1919, al final de la Primera Guerra Mundial, cuyo antecedente inmediato fue el Tratado de Versalles que puso fin al conflicto. Al organismo se afiliaron 63 países y en abril de 1946 se clausuraron oficialmente sus funciones.

En opinión de algunos expertos, compartida por el autor, el período de cambio más acelerado en la comunidad internacional se presentó a partir del final de la Segunda Guerra Mundial. El cese del conflicto dio lugar a una serie de efectos que no fueron previstos ni esperados. El mundo arribó a un nuevo esquema de organización y convivencia, pero también surgieron nuevas formas de rivalidad y competencia por las áreas de interés e influencia.

En la postguerra inmediata se establecieron: la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos, la Comunidad del Carbón y el Acero (origen de la actual Unión Europea) o el nuevo sistema monetario internacional con el FMI (a partir de los acuerdos de Bretton Woods). Pero el final de la conflagración propició también otros efectos como la guerra fría, la bipolaridad, la descolonización o la irrupción de otras opciones como el Movimiento de los Países No Alineados.

El panorama internacional se vio afectado, principalmente, en los últimos 25 años. La Unión Soviética desapareció y surgió la Federación Rusa. Antiguas repúblicas soviéticas se independizaron y se convirtieron en nuevas naciones como Lituania, Estonia o Ucrania. La República Democrática Alemana se adhirió a Alemania. Yugoslavia se fragmentó en varios estados nacionales. Checoslovaquia se dividió en dos naciones. El muro de Berlín se derrumbó. Y recientemente, en África, Sudán se dividió en 2 países diferentes y en conflicto.

En América se observó que el mapa continental se modificó con el nacimiento de nuevos miembros de la comunidad internacional que dejaron atrás el régimen colonial, entre ellos: Belice, Guyana, Surinam, Trinidad y Tobago y Jamaica.

Una vez que se han expuesto algunas consideraciones que refuerzan la percepción de que en la comunidad internacional prevalece un proceso evolutivo y de cambio, cabe dejar asentado que la interpretación de que la humanidad se mueve hacia un nuevo orden mundial también es abordada y explicada con puntos de vista que se aproximan a la ficción política, diplomática o geográfica y que en algunos círculos académicos es vista como un mito.

No obstante que algunos conocidos autores como Samuel Huntington o Francis Fukuyama promueven sus ideas acerca del choque de civilizaciones o el fin de la historia, la idea de que el mundo se aproxima a un nuevo modelo de organización y convivencia y de que el orden establecido que conocemos está cerca de su fin es vista con mucho escepticismo.

Sin embargo, es importante dejar registrada la existencia de grupos, organizaciones o clubes en donde se abordan temas de relevancia y actualidad internacional, en donde participan líderes y personalidades y en donde, se presume, se toman decisiones que inciden en el estado de cosas a nivel global.

Si antaño decisiones trascendentales se atribuían, a manera de leyenda o de conspiración, a los masones, los sionistas, los illuminati, los liberales o los banqueros, ahora, sin dejar de lado la percepción del mito, se atribuyen a esquemas como el Grupo Bilderberg, la Comisión Trilateral, el Club de Roma, el Comité de los 300 o los llamados Iluminados de Baviera.

Con el interés de aportar información sobre algunas de estas organizaciones resulta útil  exponer que el Grupo Bilderberg se fundó en mayo de 1954, en Los Países Bajos, con el patrocinio del príncipe Bernardo de Holanda y Jozef Retinger (reconocido sionista y consejero político de la época). Sus objetivos originales fueron conformar una oposición al comunismo y a la Unión Soviética y resolver las crisis financieras en Europa y el resto del mundo.

Actualmente el grupo tiene 130 miembros y participan presidentes de bancos y grupos financieros, representantes del FMI y Banco Mundial, dirigentes de empresas como Ford, British Petroleum, Golden Sachs, Microsoft o Banco Santander. Asimismo, líderes de Estados Unidos, Canadá y Europa, como David Rockefeller, Henry Kissinger, Bill Clinton, Gordon Brown, Angela Merkel, Alan Greenspan, Ben Bernanke, George Soros, Bill Gates, Donald Rumsfeld o Rupert Murdoch. Por su parte, el ex presidente de los Estados Unidos Barak Obama ha participado con bajo perfil.

Los autores que dan seguimiento a las actividades de este Grupo Bilderberg lo han identificado como una “aristocracia de facto” que busca consensos en materia política, económica, comercio y estrategia mundial. Otros han llegado a opinar que se trata de una organización que busca terminar con el estado-nación e imponer una soberanía omnipotente por parte de un gobierno mundial, controlado por corporaciones y ejecutada por acciones militares, junto con el control del dinero. El hecho de que el grupo lleve a cabo sus reuniones con la mayor discreción, a puertas cerradas, con acceso reservado únicamente a los miembros y sin emitir boletines informativos, propicia las percepciones inherentes a los mitos, conspiraciones y especulaciones.

La Comisión Trilateral fue fundada en 1973 a iniciativa de David Rockefeller para promover la cooperación entre los Estados Unidos, Europa y Japón. Esta comisión es conocida por su papel de pionera en la globalización y por su línea de pensamiento único. Se le vincula con el Grupo Bilderberg y el Council of Foreign Relations. Su membresía proviene de los medios político, empresarial y académico. Participan como miembros ex presidentes de los Estados Unidos como George Bush (padre), Jimmy Carter y Bill Clinton, además de los ex -secretarios de Estado Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinsky.

La comisión tiene tres comités. El de Europa es presidido por Jean Claude Trichet (ex -presidente del Banco Central de Europa); el de los Estados Unidos es encabezado por Joseph Nye (geopolítico) y, el de Japón, lo dirige Yasuchita Hasegawa (empresario farmacéutico).

Tomando en cuenta que la geografía actual ya no es la que surgió a finales de la Primera y Segunda Guerras Mundiales, se puede dejar registrado – a manera de conclusiones – que el surgimiento de nuevos estados, su inserción en la comunidad internacional, su agrupación en esquemas de interés regional, económico o militar refuerza la idea de que resulta necesario actualizar o modificar las regulaciones jurídicas, diplomáticas, políticas y económicas que tratan de mantener un cierto orden internacional.

El derecho de las naciones que se diseñó y se ejecutó en el siglo XX (época de conflictos mundiales, de expansionismo colonial, de división del trabajo internacional basada en la explotación de materias primas) ya no puede aplicarse en el siglo XXI marcado por el desarrollo tecnológico, nuevos problemas (ambiental, alimenticio, demográfico) y novedosas formas de organización y expresión política.

Por ello, se debe prever que las teorías y disciplinas tienen que seguir evolucionando, actualizándose y preparándose para regular nuevos esquemas de organización y de convivencia internacionales, como un probable nuevo orden mundial.

Embajador Everardo Suárez A. /Junio de 2017

 

Nota. – Samuel Huntington fue un politólogo y profesor de ciencias políticas de la Universidad de Harvard. Su especialidad giró en torno a temas como los conflictos sociales en el futuro, los sistemas políticos y los regímenes políticos. Publicó el artículo “The Clash of Civilizations” en la revista Foreign Affairs. Más adelante publicó, en 1996, “The Clash of Civilizations and The Remaking of the World Order.

Francis Fukuyama es un politólogo norteamericano de la Universidad de Harvard. Es especialista en temas como el desarrollo y la política internacional. En 1992 publicó “El Fin de la Historia y el Último Hombre”. En 2011 publicó “The Origins of Political Order” y más adelante, en 2014, “Political Order and Political Decay”.

 

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