I.@@ CHARLA CIBERNÉTICA CON EL EMBA: EL ETERNO DILEMA: DIPLOMÁTICOS VS POLÍTICOS @@.

Hola, los saluda el emba desde su refugio sinaloense, ya desprovisto de representación regional al concluir su participación en el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción del Estado de Sinaloa. Me complace intensamente celebrar un aniversario más de esta nuestra revista virtual, que bajo la eficiente mano conductora del embajador Antonio Pérez Manzano, se ha constituido en un verdadero ateneo de la diplomacia y los diplomáticos. En este foro encuentran eco las más diversas voces, incluso las de gente como el emba, más entusiasta que sabio, más “opinioso” que aporte.

Pues bien, en este aniversario el emba se encuentra en otra etapa de “subida”, este, su vida, que es más bien de bajada, pues al concluir su experiencia como presidente del Sistema Anticorrupción todo auguraba un periodo de paz, de inactividad, por lo menos comparativamente. Pero no, las cosas se acomodaron de tal guisa, que está más ocupado que nunca.

Bueno, aún sigue siendo vicepresidente del Consejo de “Sinaloenses Ejemplares en el Mundo” y tal vez por eso, por lo de “en el Mundo”, es que repentinamente se ha vuelto blanco popular de consultas de los medios locales, sobre temas de los que casi nada sabe, lo cual nunca ha impedido que los aborde. Por ello, varios periodistas y columnistas lo rondan en busca de alguna nota sensacional y de pronto se ha vuelto muy popular en Google.

Ese mal orientado interés se explica, no se justifica, a raíz del anuncio de que el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, será propuesto como embajador en España, una vez que termine su encargo como titular del ejecutivo estatal. El asedio al emba gira principalmente en torno de dos focos de interés: los retos a los que se enfrentaría el gobernador al hacerse cargo de dicha embajada, y qué opinión les merece a los “profesionales” de la diplomacia, la perspectiva de tal nombramiento.

El emba ha estado esquivando los embates con el argumento (por cierto, cierto) de que él no opina sobre cargos que no haya desempeñado.

Y no es mero cuento. Mire usted, la arena internacional es tan compleja y dinámica que nadie puede presumir ser experto en todo.

Deje darle unos ejemplos:

La Cumbre de las Américas no tiene parentesco con la Cumbre Iberoamericana, ni con el Grupo de Río, que surgió del mecanismo de Contadora y que ya fue ampliado hasta constituir la CELAC; el Mecanismo de Tuxtla no es igual al Plan Puebla-Panamá, La SICA no es igual a la SIECA, pero ambas están en Centroamérica, región que no necesariamente incluye a Belice ni a Panamá, excepto en el Mecanismo de Tuxtla y obviamente en el Pacto Puebla-Panamá. El CARICOM no debe confundirse con la CELAC, aunque también incluye a los estados del Caribe, pero no a todos, conste.

MERCOSUR no es igual que Pacto Andino, el anuncio de que se intentaría constituir en América una organización similar a la Unión Europea, nos hizo recordar a la ALALC, que devino en ALADI y sonaba como el Mercado Común Europeo, antecedente directo de la Unión Europea.

Si esto le parece confuso, no pierda de vista que estamos hablando sólo de América, si le agrega todos los arreglos colectivos del mundo la cosa se pone más confusa aún.

Que haya quién sepa qué es el FOCOLAE debe ser admirable, pues incluye a países de América Latina y el Sureste Asiático, pero no es ni tiene que ver con la APEC (no confundir con la OPEP), aunque también esté integrada por países de ambas regiones, ni es similar al Acuerdo de la Asociación Transpacífica, ni tampoco es la Alianza del Pacífico.

Trato de justificar con toda esa pobre argumentación que el emba se niegue a opinar sobre los supuestos retos que implica ser embajador en España. Pero la cosa no para ahí. Por supuesto es sabido que cada nombramiento de embajador o cónsul general de fuera de las filas del SEM provoca molestia en éste, así que con ánimo provocativo también le llueven preguntas sobre el sentir de los diplomáticos de carrera cuando se nombra embajador a alguien que no es del gremio. Al respecto y con todo respeto, el emba declara que no sólo no es él la voz representativa del SEM, sino que además no hay tal voz autorizada para hablar a nombre de todos.

A raíz de que se hizo público un muy cuidado texto de la ASEM, precisamente orientado a comentar el anuncio de marras, y que expresa textualmente que: “La coincidencia del retiro de la Emb. Oñate con su eventual reemplazo por parte de una figura política corresponde a las facultades constitucionales del titular del Poder Ejecutivo y tiene lugar cuando hay al menos una decena de embajadores y 11 ministros del Servicio Exterior Mexicano adscritos a México, mujeres y hombres todos los cuales cumplen con los requisitos y cuentan con amplia trayectoria y la experiencia necesaria para encabezar embajadas o consulados. Su desempeño, de acuerdo al Artículo 6 de la Ley del Servicio Exterior, se basa en los principios de preparación, competencia, capacidad y superación constante, a fin de establecer un servicio profesional para la ejecución de la política exterior de México.”

Como puede verse, todo esto se inscribe en el eterno dilema al que se refiere el encabezado de esta colaboración.

Ciertamente la Constitución autoriza al presidente a nombrar a embajadores y cónsules generales, con la limitante de que para ello se deberá dar preferencia a los miembros del SEM. Si la mayoría de los titulares son del SEM, como es el caso, parecería estar cubierta la exigencia constitucional de darnos “preferencia”. Empero, cuando se observa que ha habido casos de embajadas cuyos titulares fueron todos ajenos al SEM durante décadas, se podrá entender que surja a veces irritación en nuestras filas. Sin embargo, tampoco se puede asegurar que sea unánime el sentir de los compañeros del SEM en ese aspecto, máxime cuando se han dado notorios casos de preferencias y privilegios a favor de ciertos cuadros del gremio y ha sido en ocasiones evidente el favoritismo a la hora de los nombramientos y ascensos. Más aún, los miembros del SEM somos también ciudadanos con inclinaciones ideológicas explicables y simpatías partidistas lógicas, lo cual significa que las opiniones se dividen cuando se presentan circunstancias como las que se vive ahora en Sinaloa. El emba no puede, ni debe, ni quiere, ser vocero del SEM. Ni siquiera para aclarar malos entendidos en los medios locales de Sinaloa. Tampoco es la ASEM la voz del SEM, ni es esa su naturaleza jurídica.

Los profesionales representamos al Estado Mexicano, sin importar qué partido gobierne. Siempre ha habido, con muy diversos resultados, personas ajenas al SEM en cargos diplomáticos. Que algunos hayan sido exitosos, no significa que todos lo sean, ni lo contrario es cierto. Si se va a juzgar por los resultados, habría que ponderar también la naturaleza del equipo que apoyó la tarea, sin duda casi siempre profesionales de la diplomacia. No es válido asegurar que sólo los miembros del SEM tienen la capacidad para rendir buenas cuentas en cargos diplomáticos, ni que en ningún caso pueda hacer una buena labor un titular de nombramiento político.

Y ahí tienen ustedes, pues, al emba, ocupado en esquivar a los periodistas y muy buscado por quienes tienen genuino interés por ampliar sus conocimientos respecto de ese casi ignoto mundo de la diplomacia. Obviamente es muy halagador que un Colegio de Abogados se interese en dialogar con él; sin duda la UAS, su alma mater, mantiene un permanente diálogo con él, máxime que seleccionó su tierra como destino de retiro, cosa que no siempre se da, más bien es lo contrario. Pero no puede caer en la tentación de ocupar los titulares de la prensa escrita ni ser seducido por la deslumbrante luz de los reflectores. Y no lo hará.

Parece mucho más justificado que use el privilegio de colaborar en este foro para explicar los pormenores y dejar en claro las características esenciales del más antiguo servicio civil de carrera en nuestro país, el SEM, sin que esa oportunidad se aproveche para asumir la vocería de nuestro gremio, aunque sea con voz de limitado alcance, aunque se trasluzca la ubicación regional del emba y su visible y sonoro arraigo cultural sinaloense.

De hecho, congruente con el estilo desfachatado del emba, la primera persona que lo buscó, su amigo de siempre, le presentó un alegato imbatible y acorde con la personalidad y estilo del propio emba: Mira, le dijo, parafraseando a Díaz Mirón “hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan; tu pantano es de esos.”

Saludes

El emba, desbocado.

 

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