EDITORIAL. DÍA DE LA PAZ

EDITORIAL. DÍA DE LA PAZ

Estimados lectores, iniciamos el año 2018 con esperanzadores llamados por la paz mundial, empezando por el que hizo el Papa Francisco, líder de la iglesia católica, quien al inaugurar la LI Jornada de la Paz, el día primero del año se refirió en forma muy particular a: “Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz.”

Un deseo de paz:

“Paz a todas las personas y a todas las naciones de la tierra. La paz, que los ángeles anunciaron a los pastores en la noche de Navidad, es una aspiración profunda de todas las personas y de todos los pueblos, especialmente de aquellos que más sufren por su ausencia, y a los que tengo presentes en mi recuerdo y en mi oración. De entre ellos quisiera recordar a los más de 250 millones de migrantes en el mundo, de los que 22 millones y medio son refugiados. Estos últimos, como afirmó mi querido predecesor Benedicto XVI, «son hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos que buscan un lugar donde vivir en paz». Para encontrarlo, muchos de ellos están dispuestos a arriesgar sus vidas a través de un viaje que, en la mayoría de los casos, es largo y peligroso; están dispuestos a soportar el cansancio y el sufrimiento, a afrontar las alambradas y los muros que se alzan para alejarlos de su destino. Con espíritu de misericordia, abrazamos a todos los que huyen de la guerra y del hambre, o que se ven obligados a abandonar su tierra a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental.”

Dichas jornadas se celebran en la misma fecha desde el año 1968, cuando del Papa Pablo VI declaró el 1º de enero como el “Día de la Paz”. Al inicio del mensaje del líder espiritual se dice:

“Nos pensamos que esta propuesta interpreta las aspiraciones de los Pueblos, de sus Gobernantes, de las Entidades internacionales que intentan conservar la Paz en el mundo, de las Instituciones religiosas tan interesadas en promover la Paz, de los Movimientos culturales, políticos y sociales que hacen de la Paz su ideal, de la Juventud –en quien es más viva la perspicacia de los nuevos caminos de la civilización, necesariamente orientados hacia un pacífico desarrollo-, de los hombres sabios que ven cuán necesaria sea hoy la Paz y el mismo tiempo cuán amenazada.”

Ojalá que sus plegarias tengan eco en los líderes mundiales y se afanen con cumplir con las leyes y las normas morales que propician la convivencia pacífica, tanto entre individuos, como entre las naciones. Anhelamos que 2018 sea un año de paz, de hermandad y de oportunidades para que todos los seres humanos puedan contar con lo necesario para llevar una vida digna y para que los demás derechos humanos también sean observados.

Con el número 65 de ADE, correspondiente al trimestre enero-marzo de 2018, traemos a ustedes una serie de aportaciones de nuestros colaboradores, entre los cuales no pueden faltar la participación del Embajador Enrique Hubbard, con la sección I. @@Charla Cibernética con el Emba@@, con la que nos comparte una narración a la que puso por título: “Un Desenlace Triste”, que se desenvuelve de la siguiente manera:

“¡Hola, mushahos! Espero que las festividades hayan sido gratas, llenas de amor y convivencia familiar. El emba tuvo la fortuna de pasar encantadores días con su familia, aunque la felicidad no haya sido completa por la ausencia de uno de sus hijos, el que resolvió seguir la carrera diplomática. Y se repite la historia. Hablando de las Termópilas, dejo el uso de la voz al ínclito emba, con la advertencia de que en estas fechas anda en modo sombrío. Va.

Emba: Como sucede frecuentemente al terminar un año, me ha invadido la nostalgia. Supongo que es algo normal, pero no es mi estado de ánimo natural. En fin, por ese motivo, aunado a que el tema que voy a tratar no es de manera alguna festivo, los prevengo a fin de que no les caiga de sorpresa el cambio de tono…”

A continuación el también Embajador mexicano Everardo Suárez, aborda un tema novedoso, por desconocido o poco difundido: II. “Combatientes Yaquis en el Norte de África.”

En el transcurso de dicho trabajo de investigación, realiza una descripción de hechos: “La Conferencia de Berlín de 1884-1885 reconoció la ocupación colonial de España en los territorios de Río de Oro e Ifni en la parte noroccidental de África y en los enclaves de Ceuta, Melilla y Tetúan, aledaños al protectorado francés de Marruecos.

En 1921 las comunidades tribales de la zona del Rif, de origen moro y berebere, iniciaron una revuelta de carácter independista y anticolonial, dirigida por Abd el-Krim, líder político y militar rifeño, opuesto a toda forma de colonialismo, cuyo movimiento rechazaba el esquema de protectorado francés y español en la zona norte del continente…

En esa época, principios de los años 20s, el país se caracterizaba, entre otras cosas, por la inestabilidad política que amenazaba con llegar, otra vez, a la lucha armada. Obregón quería imponer a Plutarco Elías Calles como su sucesor en la presidencia; Adolfo de la Huerta se rebelaba en 1923; los generales Francisco R. Serrano (secretario de Guerra en 1921) y Arnulfo R. Gómez intentaron un golpe de estado, acción que fue vista como una oposición militar a los planes de Obregón y Calles.

En ese ambiente político Obregón tomó en cuenta el riesgo que podría significar una revuelta de los yaquis, que se encontraban contrariados por el incumplimiento de las promesas hechas y por el desplazamiento que estaban resintiendo por los nuevos deslindes de tierras. La solución la encontró Obregón en el conflicto del Rif en el norte de África.

Obregón conocía, y muy bien, el temple guerrero de los yaquis y su vocación por la lucha armada. De esta manera el gobierno empezó a auspiciar el reclutamiento de efectivos militares o excombatientes de origen yaqui en el ejército español…”

Continuando con el grupo de embajadores que colaboran en ADE, damos la más calurosa bienvenida a Enrique A. Romero Cuevas, compañero de la generación del SEM 1973 –junto con Enrique Hubbard-. En esta su presentación nos obsequia con un agradable relato sobre su viaje y estancia a la Embajada de México en Managua, Nicaragua: III. Primera Adscripción y Novatada”, es el encabezado de su aportación que escribió con sinceridad y se podría decir, que hasta con inocencia juvenil, de quien como él y todos nosotros empezábamos a transitar por una actividad desconocida. Lo que Romero Cuevas narra para nosotros viene a confirmar lo que hace mucho tiempo escribió el también diplomático y escritor Alfonso Reyes: “El diplomático incipiente se encuentra al ocupar su primer puesto de trinchera, al salir de su país y desembocar en la profesión, como el químico que solo conociera las teorías y las combinaciones de símbolos y fórmulas, el lenguaje de su ciencia, pero no su materia concreta, como si no hubiera frecuentado nunca el laboratorio. Pues en el Servicio Exterior no hay más laboratorio que la práctica misma de la carrera y ésta comienza después de la preparación escolar.”

Pasemos ahora a leer parte de lo que el entonces Vicecónsul Enrique A. Romero nos dice: “Llegué a la capital nicaragüense el día 1º de mayo de 1973. Viajé en un vuelo “lechero” de la línea Pan American, así calificado por efectuar en el no tan largo tramo entre el D.F. y Managua, escalas previas en ciudad Guatemala y San Salvador. Ya oscurecía al sobrevolar lo que quedó de la ciudad tras el terrible terremoto del 23 de diciembre de 1972, que segó la vida de varios miles de personas en esa fatídica víspera de Navidad.

En cierta ocasión el embajador le dio instrucciones:

  • Mire Vicecónsul Romero, el compañero Moisés Medina debe ir a la aduana a efectuar trámites para retirar envíos de la Secretaría, así que le agradeceré hacerse cargo de la sección consular.

 No encontré razón alguna para oponerme, así que le respondí que de inmediato lo haría. Salí del despacho y me acerqué al escritorio donde Moi atendía a solicitantes de visa o de tarjeta de turismo. Él me reiteró la encomienda que le había asignado el embajador y me señaló donde se encontraban los sellos para visar los pasaportes y las tarjetas de turismo, me deseó buena suerte y se encaminó a la salida de la cancillería.

Me senté de inmediato en ese lugar y me preparé para atender a cerca de 10 personas, de nacionalidades diferentes, que ya llenaban los formularios de solicitud. Conforme cada uno de ellos fue pasando al mostrador revisé con atención que hubieran recabado toda la información que se les pedía incluir, les pedía sus fotografías para pegarlas al formulario y acto seguido les estampaba el sello de la visa, del lugar y la fecha y la firmaba, entregándoles al mismo tiempo la tarjeta de turista, pidiéndoles que la llenaran también completa y cuidadosamente y les deseaba que tuvieran una agradable estancia en México.

Así pasaron casi imperceptiblemente casi tres horas y conforme a los horarios establecidos cerramos el acceso y colocamos un letrero que indicaba que el servicio de atención al público se reanudaba a las 2:30 de la tarde y concluía a las 16:30 horas.

Minutos después regresó el canciller Medina, a quien comenté que había otorgado 13 o 14 visas. Le devolví los sellos y las tarjetas de turista y me preguntó por el dinero:

  • ¿Qué dinero?, le inquirí.
  • El de las visas cobradas, me respondió, indicándome que había dado 5 visas a ciudadanos panameños y otras dos a ciudadanos colombianos. Ah, balbucee, ¿qué, acaso se cobran?…”

Otro asiduo colaborador de ADE, el Ministro del SEM Víctor Hugo Ramírez Lavalle, aporta para el presente número un análisis teórico sobre lo que él mismo titula: IV. El Intervencionismo Desestabilizador Estadounidense: ¿Paz Caliente o nueva Guerra Fría? En el que a manera de resumen anota: “Este ejercicio tiende a enfocar el accionar actual de tres países potencia que, de diferente manera, están creando una transformación mundial geopolítica: Estados Unidos de América con su intervencionismo desestabilizador en varias zonas del mundo a través de la creación o de incentivar conflictos internos en diferentes países; el resurgimiento como potencia de la Federación de Rusia y su ahora indispensable participación en los contextos regional y global; y la República Popular China, con su tajante decisión de expandir su presencia en su zona de influencia (Asia-Pacífico/Mar del Sur de China) en base a su potencial económico, financiero y militar, países todos que, al estar imponiendo sus intereses y su “seguridad nacional” en dichas zonas –individual o colectivamente-, están provocando un severo desequilibrio en el orden internacional que, para varios analistas, ha dado lugar a un debate sobre si existe una “paz caliente” o una nueva era de Guerra Fría, pero que al final la suma de estas acciones individuales y colectivas está creando un peligroso juego militarista. En este sentido, son los Estados Unidos los que “olvidan” el diálogo y la negociación franca y respetuosa, así como haciendo a un lado la concertación y el respeto al Derecho Internacional, lo que definitivamente no sólo pone en serio peligro la paz y la seguridad internacional sino, peor aún, han creado las condiciones suficientes para estimar que este choque de intereses entre las tres potencias está cerca de provocar una nueva conflagración mundial.”

Por otra parte, el Dr. Guillermo Gutiérrez, Consejero del SEM y añoso colaborador de nuestra publicación aborda un tema que debe interesar a estudiantes, maestros, profesionistas y gobiernos, dado que de una u otra manera todos estamos involucrados en ese asunto y lanza una propuesta: V. “Asesoría en Ciencia y Tecnología: Herramienta Necesaria de Política Exterior.”

En su trabajo Gutiérrez Nieto nos dice: “Como continuidad a lo planteado en colaboraciones previas respecto a la necesidad de fortalecer los mecanismos de vinculación con la diáspora mexicana calificada que radica de manera preponderante en los Estados Unidos -aunque también con presencia en otros países-, se vislumbra como una acción de oportunidad el establecimiento una oficina, un panel de expertos o al menos la designación de un asesor que, en el ámbito inmediato del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, se encargue de los temas de la Ciencia y la Tecnología.

Esta modalidad, visible desde hace varios años en Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Nueva Zelanda y otros países, permite a las cancillerías fortalecer sus capacidades para responder a la creciente importancia de esos temas en el conjunto de intereses de su respectiva política exterior. Es un aspecto medular en los temas de la agenda internacional contemporánea –de forma preponderante en los vinculados con el desarrollo sustentable-, ya que permite trascender de la decisión política característica de las cancillerías, hacia acciones o posturas con sustento metodológico y de conocimiento que coadyuvan tanto en el bienestar nacional como universal.”

Otro participante en esta actividad literaria-informativa es Ricardo Noguerón Silva, quien dirige la revista digital “Enlace México” y quien en forma reiterativa aborda un tema de moda, empleado ahora por políticos que vislumbran puede atraerle adeptos ante una posible elección popular. El tema lleva por título VI. Renta Básica Universal… ¿estamos dispuestos a asumir las consecuencias?

En el transcurso del trabajo el mismo autor nos explica: “Si pensábamos que el concepto de la “Renta Básica Universal” era algo que el candidato de la coalición “Por México al Frente” a la presidencia de México, Ricardo Anaya Cortés, utilizaba sólo como una ocurrencia o como parte de un discurso populista con fines electorales, resulta que NO; que esto va mucho más allá y sin duda, es un tema que vale la pena volver a analizar con mucho detenimiento para entender sus alcances y lo que significaría para la sociedad que esta iniciativa se implementara de manera exitosa. Así pues, si hemos seguido a los medios de comunicación en este tema, la Renta Básica Universal (RBU) también conocida como Renta Ciudadana, podría estarse convirtiendo en una realidad al momento de ya haberse echado a andar varias pruebas piloto alrededor del mundo durante el pasado 2017.

Para recordar un poco el concepto, tenemos que la RBU se define como una “forma de seguridad social​ en la que todos los ciudadanos o residentes de un país reciben regularmente una suma de dinero sin condiciones, ya sea desde un gobierno o alguna otra institución pública, además de cualquier ingreso recibido de otros lugares. La recibe todo miembro de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre, o dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quién conviva…”

Para cerrar el presente número de ADE el que esto escribe decidió abordar un tema que considera debe interesar a todos, la paz mundial, nacional, social, familiar. En razón de lo cual quiere plasmar las palabras de líderes espirituales del mundo, como el Papa Francisco y los estudios y teorías de diversos personajes que abordan el tema: VII. “Día de la Paz”:

“En estos tiempos convulsos en que la sociedad internacional se debate entre la guerra y la paz, entre la violencia y otros males que persiguen a la humanidad, es reconfortante leer que el dirigente mundial de la iglesia católica, el Papa Francisco, ha participado una vez más en las Jornadas de la Paz, que se celebran el 1º de enero de cada año en la ciudad del Vaticano. Estas se iniciaron durante el periodo del Papa Pablo VI en 1968 y en el inicio del presente año se llevó a cabo la LI reunión. Los mensajes papales vienen a unirse y a reforzar los esfuerzos que se realizan en diferentes organismos internacionales, en particular en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). ¿Quién no quiere la paz?

Un ejemplo de lo anterior lo constituye la encíclica “Pacem in Terris” (1963), del líder mundial del catolicismo, el Papa Juan XXIII, en cuya introducción se asienta lo siguiente: “La paz en la tierra, suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido por Dios…” [1]

Como antes se dijo, en esa misma dirección apunta la decisión del Papa Pablo VI, de declarar el 1º de enero de cada año, como el “Día de la Paz”, empezando en 1968.

EL EDITOR
APM/15/01/2018


  1. Mensajes de Paz. www.vatican.va/holy.com/
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